lunes, 11 de julio de 2016

Nací hace 23 años y era, como todos, una tabula rasa.


se van flotando por el horizonte los seres por los que sigo viviendo

y estoy sola dentro de una piedra picuda.

El silencio no existe y es desesperanzador.

no tengo ganas de vivir
y, sin embargo, me da miedo morirme. 

no tengo palabras para contarme los dedos
y me he quedado sin disyuntivas.

El ciclo de la angustia es irregular como una manada de moscas.
El ciclo de la angustia es contingente como una concepción. 

No estoy ni aquí ni ahora. 
Estoy entre los márgenes de las dimensiones,
estoy colgando de un pentagrama. Estoy atrapada en el cambio de milenio, 
Estoy en el clímax del vacío, justo antes de implosionar. 
Me sujeto a esta realidad con la piel de los nudillos. 
Y soy capaz de mirar lejos, hasta  el sol. sin quemarme los ojos. 

¿Dónde estáis ombligo, manitas, pies, pelo?
Volved, por favor, empiezo a desdibujarme. 
Me han desarticulado 
y mis fascículos estan enterrados en el hoyo más profundo de cada continente.


soy culpable de los crímenes más terribles,
En realidad no, y quizá esa es mi desgracia. 
Soy más anodina que repugnante. 
Soy simple y llanamente una infeliz. 

las flores siguen ahí y seguirán ahí aunque yo me muera.