miércoles, 24 de febrero de 2010

Locus amoenus



Manga por hombro,
y hombro redondo por tirante roto.
Tirante descosido por pasión repentina,
pasión alocada descontenta y contenida,
así se desintegra la mente masculina.

Desgarro de telas ausentes
que molestan a la hora de amar.
Más carnes que huesos
que se ciegan para poder mirar.
Y amor sucio,
qué bien sientas a la razón.
Caramelos con sabor a pezón.

Deslices ortopédicos
de esos que dan asco
de esos que dan miedo.


Yace la rosa enlutada
desde que el mar es cielo
y la moral es desmoralizada.
Yazco yo, indolora,
desde que tú eres polvo
y la soberbia es soñadora.

Deslices maquiavélicos
acompañados de torturas
y de besos famélicos.

Manga por hombro
y hombro ahuecado por tul rasgado,
no hay nada más bello que un falo azulado.
Sujetadores indecisos y calzoncillos fugitivos,
nada más etéreo que los señores lascivos.

domingo, 21 de febrero de 2010

Abortos poétizados de amores indigestos



No hay abismo más profundo
que soñar sin fundamento.
No hay locura más demente
que el amor de drama exento.

Crema de deseo masculino
para cuando pique el ego.
No guardes composturas,
que la vida es sólo un juego.

Te digo,
que juro defraudarte
tantas veces como me sea posible.

Te advierto.
que juro perdonarte
tantas veces como el mar sea comestible

Te grito,
que juro castigarte
tantas veces como mi piel se haga ustible.

Te informo,
que juro abochornarte
tantas veces como lo infecundo sea concebible.

Sacos sin fondo
de ilusiones apezonadas.
Así huelen, así gimen
las poesías desesperadas.

martes, 16 de febrero de 2010

Dogmatismos pequeñitos

No hay que llorar si los naranjos
dejan de dar naranjas para dar luciérnagas.
No hay que rendirse si la carretera
se vuelve irreductible, las cifras
metamorfosean abstractas y el miedo
se transforma en comestible.
No te vayas pestañita de mi ojo
no te arranques pestañita el vello púbico
que es poesía pestañita, que es belleza,
que es diluvio universal por metro cúbico.
Si te vas pestañita, de mi ojo
o si por circunstancias inodoras
te arrancas pestañita, el vello púbico
se harán vírgenes ninfómanas las penas y las horas
que se reproducen pestañita, por esporas
Ya no quedan castigos que parezcan penitentes,
los acaparan los cristales opacos
de ojos transparentes.
Es cruel el mundo pestañita.
Por eso no te vayas de mi ojo
si no quieres, pestañita
que el naranjo de luciérnagas
y las luciérnagas rastrojos.
Y los rastrojos, elocuentes
dominen los bancos, escriban novelas
y tinten de añil los cristales opacos
de ojos transparentes.
No te arranques pestañita el vello púbico,
que es ardor de buenosdías,
que es rosario de la aurora
en los trenes desviados de sus vías.
Malditos los poetas que cambian
la flema tórrida por el fino carraspeo.
Es directamente proporcional pestañita,
tu desdén con mi deseo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Memorias futuras de una resaca irreversible

no fue en esta esquina



Los puntos sobre las íes y el pezón sobre el pezón,
bailando a orgasmo lento, los bailes de salón.
Bolero traicionero, tango, pasodoble y precaución.
Deja que me beba tu vergüenza,
que juegue dulcemente con los pliegues del dolor.
Deja que me embriague con las mentiras invisibles
que desprende la textura de tu olor.

Y si eso no es suficiente,
mareo de ron, cómodo y volátil
que se instala aquí,
en las entrañas corroídas.
Muchos sueños para tan pocas vidas.
Pero seguimos bailando
con las venas, con la boca y con el vientre.
¿Eras tú quién me decía
que quién no se ama, no se miente?

Después de bailar eternidades enteras
tendremos los pies destrozados,
el alma sudada y en vez de ojos, luceras.
Nos curaremos poniendo en el vaso,
los tiempos de amor y de gazpachos
para sincronizar los corazones
con el sopor de los borrachos.

Los puntos sobre las íes y el pezón sobre el pezón,
matando, trago a trago, los motivos de la razón.
Mente en blanco, excusas, argumentos y precaución.
Deja que te deje sin aliento,
como antes, deja que usurpe la belleza,
deja que te bese el cráneo, como antes,
que te muerda con mis dedos la cabeza.
Deja que me muera de sueños,
de amor, de pena y de alegría.
Como antes deja que te mate por desdén,
por pasión por miedo y por celosía.

Escóndeme debajo de tu ego.

jueves, 11 de febrero de 2010

Lírica no apropiada

Echo de más a tus ausencias,
tan aburridas, tan intocables,
tan pervertidas.

Paupérrimo desierto,
paupérrima agonía.
No hay flores, no hay oasis,
no he sanado todavía.

Es veneno tan manido
esto del desamor.
Cuchillo recurrente
de los días sin color.
Susurran los ojos
que no hay camino,
que no hay dolor.

Echo de más estos silencios.
Los desatinos ya se han podrido,
huele tan mal desde ese día.
Se reblandecen los rebordes
del tedio disfrazado de alegría.

No hay castigo peor
que la humedad reminiscente
que se pega al corazón.
Dicen que la venganza
sabe a mango y a limón.

Ya no sé si aún te quiero
o si es a esta corrosión a la que amo.
No sé si hay sol ahí fuera
o si estos versos son en vano.
No tengo muy claro
que si tú pierdes, yo gano.

Echo de más a la mediocridad
que acompaña los días de luto.
Luto rosa, luto verde, luto rojo.
Aurícula ciega y ventrículo cojo

Pero leve, nada grave.





Abismos entre su precaria mente masculina
y mi retorcidísima mente más afeminada que femenina.
Con la fricción de los sueños y las sobredosis de cafeína
conseguimos la distancia más corta, más sutil y más canina.
Yo adoraba tus profecías de zorro hereje,
y los misticismos a media noche.
Cuando el amor es moderado y el adiós no duele
sólo entonces no hay delirio, no hay reproche.
Pero nuestro amor dolía como huele el vino,
éramos dos despatriados amantes de lo fantoche.
Aún no sé donde acaba la chispa y empieza el derroche.
Cuando el fuego fluye no hay nada que hacer,
más que susurrarle al silencio para que no se sienta solo.
Las huellas digitales de los sueños compartidos
me dejaron la cabeza sobria y el corazón bolo.
Tú, que has sido mi juez y mi testigo, mi amante y mi enemigo:
¿qué fue de tu boca de buzón y de mis epístolas de blusón raído?
No es la bruja tan malvada, ni tan poético el ombligo.
No quiero entender el mundo, no quiero sino es contigo.

lunes, 8 de febrero de 2010


¿Pica? Sí. Pero me siento bien. Tengo la capacidad de mirar, unas tetas fantásticas y 20 euros en la cartera. ¿Qué más puedo pedir?

sábado, 6 de febrero de 2010

Baladas de don Nadie.






Belleza deshecha
para respirar ojos deshojados
Poco a poco, mirando la melodía
y lamiendo corazones chamuscados.
Temer el dolor porque así está escrito.
porque así nos ha sido dado.
Saltar el mundo de lado a lado.

Dibujar los recuerdos con acuarelas sonrientes.
Potenciar potencias impotentes.
A veces borrones en el alma,
y para curarnos, vacíos abarrotados
de sueños, de vida, de milagros

Vivir porque sí,
nutriendo con pasión el frenesí.
Caer en la tentación sin miedo,
porque somos humanos.
Que sólo nos muramos
cuando ya hayamos vivido.
Que sólo nos miremos
cuando no estemos vestidos.

Sufrir de vez en cuando.
Recorrer pieles
mientras estemos volando
No hay cosa más bella
que estar dispuesto a amar.
Cerrar los ojos y tirarse al mar.

Somos monstruos alados
con sed de placer,
con sed de esperanzas.
Frágiles, ignorantes y educados.
Mentir a las ausencias,
saludándolas diariamente.
Sembrar caricias, de magnitud ingente.
Romper diamantes con soplos muy leves,
Salir corriendo,
y desaprovechar las lucideces breves.

Oler, rabiosos, las manos desconocidas
y sacar de la batidora las caras abatidas.
Coleccionar euforias,
llorar peces
y distorsionar historias.
Tener celos y algunos rencores,
beber sangre y cultivar ilusiones.

Y ya un día
nos olvidamos de respirar,
Vivir es eso, y poco más.

Bilbao, leéme

No quiero ponerme pesimista y decir que estoy orgullosa de soñar sueños contigo, porque los sueños, a diferencia de la creencia popular, no se sueñan. Los sueños se viven.
Si no, no son sueños, son fantasías. Y las fantasías que no son serias nunca me han interesado.
Pero ¿qué se puede esperar de una diosa loca como tú y de una hedonista desquiciada como yo? Pues poca cosa. Alguna lágrima llorada como Warhol manda, algún delirio roto
y algunos versos esparcidos por aquí y por allá. Compartes mi gusto por volar alto y a ras de suelo. Tú, café con anís, yo lo prefiero sin azúcar y a medianoche un buen rioja para ahogar las esperanzas y las desesperanzas. Donde estemos tú y yo siempre estará diluido en el ambiente el espíritu de Brenda Lee o de nuestra Nachita, aún no muerta, por suerte. Así nos la pasamos, bailando entre bacanales surrealistas y pseudorealidades absurdas, con la gracia de los que respiran belleza. No necesitamos mucho para subsistir, sólo un poco de poesía de esa que está viva, de esa que pica en la zona del hígado, de esa que resquebraja la garganta y calienta el corazón. De esa que produce orgasmos sólo comparables a las barbaridades de algunos caballeros. Poesía de esa que atemporaliza hasta los calendarios. Y mucho mucho teatro. Y cine, y tangos, y Bilbao, y Vivaldi, y La Agrado. Y tantos otros! Siempre hemos sido vagabundas
orgullosas de su condición, y en el fondo nos odiamos un poco. Que no me olvide del mar. El mar que siempre ha estado ahí, en los momentos en los que nuestra alma tenía frío, en esos momentos en los que nuestro desequilibrio perfectamente armonioso se desestabilizaba, en esos momentos en los que dudábamos de nuestra propia existencia. Ahí ha estado el mar, enviándonos mensajes a través de botellas de plástico reciclable. Alguna vez he rozado lo que es mejor no nombrar y tú me has salvado dándome más de una bofetada. Me dejaste la cara roja pero el espíritu templado. Y cuando tú has tropezado con alguna desilusión yo he intentado soplarte los moratones. Y para acabar, Estro Histriónico.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Estos suspiros tienen vida propia.
Entran en manada en el cuerpo a través de la naricilla que manda continentes y esquinas enteras. Guardan en sus cestas de marfil del bueno, los proyectos de palabras que se abortaran a si mismas antes de nacer. Bailan entre las canciones abrazadas desesperadamente a los rebordes del cerebro. Hacen una parada de cortesía en el corazón, y calladamente lo calientan muy café con leche tibia. Sin azúcar. Tal y como han venido se marchan, escurridizos, recogiendo los despojos de alguna lágrima mal llorada. Y se van dignos y solubles, preparados para entrar en otra naricilla. Al final del día, vuelven agotados y tediosos a su casa después de ganarse el pan. Y mientras suben en el ascensor se miran atentamente en el espejo y piensan: -Me estoy empezando a quedar calvo
.

martes, 2 de febrero de 2010

Frío helado que no mata al fuego




Para dulcificar la noche,
galletas baratas
y vino venido a menos
Idilios con devaneos
a capela y a contrapelos.

Pocos pasos en el saco,
pocas marcas de la soga.
Muchos efectos
para tan poca droga.
A lo sumo cuatro flores.
dos tormentas, un verano,
tres lloreras, seis vapores
y un enano.

Para suavizar los días,
acordeones y rock n' roll
como los sueños alados
en vasos de ron.
A los cielos con luna,
bikini y parasol.

Mucho ruido comprimido
en los oídos del porvenir.
Mucha cara tiene el labio
obsesionado por no aburrir.
La cabeza mejor maniatada
a los pies de la cama
junto con los vestidos desnudos
que no se saben zurcir.
Perdonen, pero hoy la razón
no ha podido venir.

Esto es un adiós,
y un poco de hasta luego.
Frío helado que no mata al fuego.
Sólo un poco, sin pasarse,
Sin mostrarte que me muero
por despedirme,
antes de besarte las pestañas
Disfruto añorando ayeres
que duraban mañanas.

lunes, 1 de febrero de 2010

Euforia lenta y dolorosa


"Señor Mercado, lo nuestro podría funcionar"
_________


Amores y demonios entrelazados,
por culpa de los milagros a medio hacer
de los dioses despistados
Los malos humos invaden chimeneas
y desvelan pelagatos.

Inocentes, sólo a medias,
que cubren las espaldas.
Y culpables, sólo a medias,
que besan en la boca.
Piedras elásticas y gomas de roca.

No permitas que te olvide,
no desistas, ni te mueras.
Y si mueres, no revivas.
Si revives, no me busques.
Si me encuentras no permitas
que me caiga, que te olvide.

Deshagamos los nudos del nudismo del ardor,
paso a paso, sin escrúpulos,
gastando gemidos y derrochando sudor.
Mírame con uñas, con dientes
y sobretodo si agonizas, que sea de amor.

Despertemos con la luna
y durmamos con el sol.
Tú,
mi paraíso de debilidades
que son muchas, muy variadas,
variopintas y agrietadas.
Tedios luchadores
y esperanzas resignadas.

Para cuando yo no esté,
sucedáneos de besos
en las noches de tormenta,
farolas fundidas,
y eyaculación lenta.
Taconeos enquistados
en los tumultos de las masas.
Anodinas. Sin substancia.
Pocas ganas de ser amado
y la lívido en abundancia.