viernes, 29 de enero de 2010

Existencialismos previos al adiós corazón es que me aburres

besos impermeables



Puedo ser, si tú me dejas,
el éxtasis agarrotado
las sombras de tu insomnio provocado
el calor de este amor, que se está incubando.

Puedo ser, si tu cordura me permite,
una mancha amarillenta
en los retratos de tu anterior amante.
Puedo ser tan soez como tan elegante.

Si la razón no nos lo impide,
te querré sólo un segundo salpicado
por eternidades momentáneas.
Practicaré besos discretos
y sonrisas espontáneas.

Te dedicaré versos manidos
escondidos en sinónimos petulantes
Te prometo sueños tan esperanzadores,
como desesperantes.

Si el guión me lo exige, prometo enamorarme.
Por contrapartida te aseguro,
que el telón romperá a llorar
sin poder soportar tal blasfemia a Dionisio,
a Venus, y a mis árboles elisieos,
que te miran resignados
y gimen de dolor al acordarse
de que no eres tú,
por quien sus hojas se desquician.
Pero ya te dije,
que prometo enamorarme
si es el guión quien me lo exige.

Cuando tengas un descuido,
te tendré un poco de asco,
dormiré en camas de hielo
y haré vudú a las fotos que tengo
de mi estancia en el cielo.
Y también, y aquí ya acabo,
me preguntaré:

¿Qué absoluto imbécil
dijo que un clavo quita otro clavo?

jueves, 28 de enero de 2010

Teoracta

¿Ves allá a los lejos?
Son nuestras horas, que vuelan.
Juegan entre las goteras del horizonte,
blanqueando sienes de galán
y greñas de somonte.
Se cuelan por las grietas del destino,
amasando masas frescas
y destiñendo el futuro azul marino.

Despacio. Al ritmo asimétrico,
del corazón sintético,
sin pausa sin orden
sin concierto.
Adrede. Locuaces. Discrepo.
Ellas, indiferentes
se corren, se vuelan.
Me callo y asiento.

Mientras el tiempo hace acto de presencia,
caricias en los pies y saliva en las heridas.
A ratos nos consumimos
desabstrayendo bibliotecarias abstraídas
rematando chalecos salvavidas
bailando con sandalias descosidas.

Y sobretodo
para que los segundos
no nos arruguen las pupilas
para no enamorarnos nunca más
ni de brujas ni de sibilas,
para embadurnarnos con chinchón
y que nos huelan siempre a fuego las axilas,
tú rézale al viento,
yo ya rezo a buda.
No sé porqué será,
pero la santa que llevaba mi nombre, era viuda.

miércoles, 27 de enero de 2010



más romántico johnny que me dijo,
yo me cambio de acera si tú me lo pides!

martes, 26 de enero de 2010

Pollo iluminado



La luna no es tan luna, si la miras de reojo
y el mar pierde eficacia cosiendo los despojos.
El cielo es poco cielo, mirado desde arriba.
La ira no es tan mala y la vida es adictiva.
Sólo los suicidas se desenganchan de tal vicio,
con veneno de botella o saltando un precipicio.
A veces tienen mono
y acuden sulfurosos, a llorar a las estrellas.
Ellas les invitan a tequila y a ducados
y les dicen que no existen
ni los desalientos, ni las flores, ni los pasados.
Sólo entonces los suicidas ya suicidados
sonríen, satisfechos
y se atreven a mirar, a la luna de reojo.

lunes, 25 de enero de 2010

Filosofía trasnochadora

Ya no sé lo que es flaqueza,
desazón o impureza.
Ya no sé cuál es tu nombre,
tu portal, o mi aspereza.
No recuerdo mis lujurias,
nuestras noches, tus injurias.
Me olvidé de las esencias,
los cigarros, la abstinencia.
Ya no sé atar más cordones
ni más cabos, ni pasiones.
No recuerdo los delirios,
las grandezas, tus suicidios.
Detractores, discusiones, desatinos.
Dime, ¿hay placer más placentero
que comerse la espuma del café?

domingo, 24 de enero de 2010

Ensayo sobre la nada de nada



Hoy me deshago,
de mis zapatos de tacón ahumado
que han caminado leguas y corazones.
Y así, tan descalza y tan desnuda
corro hasta llorarme encima.
Letras anárquicas y libertad fura,
porqué he perdido la razón,
pero no la compostura.

Tú, que eres madre y padre
de las resonancias de las utopías,
¿para qué querría Venus tu cabeza?

sábado, 23 de enero de 2010

Capricho de una nena burguesa

Querido dios de las mañanas.

Voy a matarle.

Voy a matarle porque usted es un loco y yo una loca, voy a matarle porque me ha desgarrado, me ha quebrado, ha he hecho que me desangre mientras corrompo mi propia sangre. Voy a matarle porque estoy desquiciada y porque gimo de dolor cuando evoco los efluvios que usted emanaba y que yo antes me dedicaba a esnifar con furia, para retenerlos. Voy a matarle porque deliro, agonizo, enloquezco cuando intento besarme la piel que antes era usted quién besaba, quién mordía, quién arañaba, pero como usted debe saber es anatómicamente imposible, por tanto nunca lo consigo. Voy a matarle porque siento arcadas y siento asco y siento terror cada vez que busco sus besos en otros besos, pero nunca los encuentro. Voy a matarle porque ya no sé quién soy y porque le tengo pánico a la mujer que llora el espejo. Pero voy a matarle sobretodo porque no recuerdo su voz, y cuando le sueño es usted mudo, y me habla y no oigo. Y me duele tanto el alma, que ya ni me acuerdo de respirar. Entonces muero durante un rato, pero para mi desgracia, revivo cuando noto su calor en mi oído, diciendo sin hablar, que despiertes mi amor, que has tenido una pesadilla. E intento tocarle pero el calor se desvanece y muero por milésima vez. Voy a matarle porque le odio con la rabia de cada poro de mi piel y con la pasión de cada uno de mis rizos. Voy a matarle porque si no le mato, este dolor destruirá lo poco que queda de mi esencia, y seré un ente inerte, y yo no quiero ser inerte porque yo quiero matarle. Espero que no se ofenda, corazón, ya que tengo motivos suficientes para matarle, pero me he dejado el más importante. Voy a matarle porque se ha matado sin consultarme ni llevarme con usted.

martes, 19 de enero de 2010

PSMP

Cuando las almas ultrajan si se sienten ultrajadas,
es peor.
Cuando duele el corazón sólo en dosis moderadas,
es peor.
Cuando el olvido se presenta sin avisar,
es peor.
Cuando el ojo hace acopio al no llorar,
es peor.
Cuando la eternidad caduca
y no se cambia por otra eternidad
es peor.
Cuando una mentira se transforma en verdad,
es peor.
Es peor perder la melodía, que perder la dignidad.
Es mucho, muchísimo peor.


Rosa amarilla en una mano;
en la otra, un adiós arrugado.
Morir no es tan sencillo,
ni matar tan complicado.

Pero Sobretodo Muy Paulatinamente.

lunes, 18 de enero de 2010

Yo también me temería





Te alejas tan despacio que me impaciento. Vete de una vez para poder llorar tranquila, entre telas de telón y manchas eclécticas de pintura acrílica.
Con mucha concentración consigo que te desdibujes a lo lejos, poco a poco te diluyes entre las motas de polvo, y tu esencia se mezcla con los sudores caducados que algún día nos pertenecieron. Hago que tu ropa se vaya volando a los brazos de cualquier tendal vulgar y te quedas ahí. Desnudo, auténtico. Tus rasgos comienzan a batirse unos con otros, jugosos. Los detalles de tu fisionomía se entretejen, se fusionan, se transforman en un manto de terciopelo blanco. Y desapareces un poco.Pero no del todo porque queda tu perfil redondeado. Qué bonito. Es tan frágil, tan absurdo, tan imantado, tan azul. E intento desdibujar tu perfil también, pero soy incapaz. Una mano divina te ha cosido al horizonte, ha bordado tu negativo a lo lejos. Y yo me desespero a ratos, disimuladamente y con esmero. No hay que perder la elegancia ni tan sólo a la hora de desesperarse. De repente la resignación cae del infierno como una losa, y sus trocitos ciegan a todos los soñadores que observan atentamente la escena.Entonces me quedo sola, sin soñadores a mi alrededor que alienten mis deseos de desdibujarte. Y algo me desgarra por dentro, pero sin perder la compostura sigo con mi ardua tarea y me concentro. Me concentro tanto, tanto que algo explota y mierda! Apareces a mi lado otra vez. Tantísimo tiempo atemporal perdido en conseguir que te marchases! Y aquí estás, mirándome de reojo como a ti te gusta. ¿Qué? ¿Qué me quieres decir? Acércate que no te oigo. ¿Qué? Grita más!! Y te acercas más y gritas y empiezas a hablar tan rápidamente que yo sólo consigo entender:
-Quiéreme incluso después de sobrepasar los límites del dolor. Porque el amor duele dulce. Pero duele.
Después te quedas mudo de golpe, y ahí, ahí ya me mataste, corazón.

La Polka de los luceros

Se venden caros los milagros
las antesalas y los desengaños.
Me la paso raspando los insomnios
de viejos que están locos
y de locos que son sabios.

Es tan denso este silencio
que se puede saborear,
y en él,
vuelan las vidas que debieron ser soñadas
despiertan los días que debieron ser dormidos
ruedan las cabezas que debieron ser cortadas
corren los sueños que debieron ser vividos

Hubo una vez una canción
que hablaba con voz ronca
sobre el orto del corazón.
Decía que las heces del amor
se componen de torturas dulces
y de sinsabores con sabor.
No seré yo quien diga
que le sobraba cordura
y le faltaba razón.

Se escapan nuestros futuros entre retales de ayeres,
entre ojeras, resacas, papeles y saberes.
Y lo peor, es que no podemos hacer nada:
más que, en medio del desajuste, entretenernos a mirar
las miradas de las gentes que se pierden
en otras miradas de otras gentes
y así sucesivamente.


¿Olor a agrio? Dónde!?

miércoles, 13 de enero de 2010

La república del monarca anarquista





Que salgan los pezones de sus escondites
que las almas vuelen
y que los cuerdos agonicen.
Que la pasión y la razón se batan a duelo.
Que los corazones tiriten de frío
y que se fundan las palabras de caramelo.

Qué dolor,
cuando en la mente hay parches
y en el espíritu, puntos de sutura.
Ya se sabe que no hay amor
si no hay locura.

Es mejor,
captar la esencia de lo etéreo
vomitar la realidad de nuestros sueños
y venerar por un momento a los amores venéreos.
Es que el fuego solo quema, en el fondo de los cielos.

Es peor,
arañar los arañazos del azar,
que es caprichoso,
retener los impulsos asesinos
en vasitos de cristal,
que es atroz, pero es jugoso.

Qué furor
el preguntarse,
¿no estará el mar mareado?
Y olvidar no es más que recordar
lo que nunca nos ha pasado.

Da candor
tener muy claro que
la memoria es traicionera
y el desdén es desdeñoso.
La dignidad es usurera
y el desamor es trabajoso

Hay tantos retales de cicatrices convalecientes
que ya no sé dónde meterlos, sin dañar sensibilidades.
Los guardaba en versos de ojos transparentes
al lado de las lágrimas pegajosas de las deidades.
Colecciono también,
noches de nadas en el todo
y de todos en las lagunas de las nadas
Tartas de silencios pasionales
que no es lo mismo que pasiones silenciadas.

martes, 12 de enero de 2010


Yo prefiero los besos que dejan la boca seca,arrugas en la camisa y la compostura en ruinas.
Aunque no te fíes de mi, porque siempre he preferido el codo al pelo.

sábado, 9 de enero de 2010

¿Quién nos curará de la humillación
del amor con aditivos?
¿Quién podrá, sin lastimarse,
devolvernos los estribos?
¿Quién hará que el tedio vuele
como vuelan los dedos ocupados?
¿Quién nos despertará
de los sueños desgastados?
¿Quién nos enseñará la diferencia
entre olvido y devaneo,
entre tos y carraspeo?

Tú solita.

jueves, 7 de enero de 2010

El inglés es patético, está loco. Es un demente, un temerario, un desequilibrado, un tarado. El inglés coloca, te droga, te posee desde el momento exacto en el que abre la boca.
¿Nadie ha enseñado al inglés que no está bien subirle la falda a las damas? El inglés es malo y es feo, es un esperpento con barbas de colores. El inglés es insaciable, es como un animal en celo,
un monstruo, un vicioso, un cerdo. El inglés miente y mata por placer. El inglés está maldito y es un cobarde. Al inglés le huele el aliento a ratas muertas y a excrementos de alimañas. El inglés es tan basto y tan bruto que tiene un tatuaje obsceno en la ingle izquierda y es tan absolutamente chalado que tiene otro todavía más vomitivo en la nalga derecha. El inglés está tan trastornado que le gusta bañarse desnudo en la playa las noches de tormenta. El inglés muerde, lame, saborea, araña y se come a los seres igual de lunáticos y de perturbados que él que se atreven a meterse en su cama. El inglés nunca duerme por las noches porque es tan chiflado que dice que colecciona sueños ajenos. El inglés fuma sin ningún tipo de elegancia y cuando tose remueve las entrañas de los que están a su alrededor. El inglés es un soez, un vil,
un sucio, un burdo chabacano, un grosero. El inglés es patético, está loco.
Un día el inglés me amó. Y yo le amé.

Dejadez vejatoria del besarte, del desarte

Hoy me bebo la desilusión de los borrachos,
el cansancio del mar cuando le sobra espuma
y el beso cegador de cuando gana el sol, y pierde la luna.
Hoy me voy de copas con los versos
que eran tuyos, pero que eran míos.
Me pego como una lapa al desconsuelo,
me enamoro sin querer del amor acongojado
escondiendo el corazón en el subsuelo.
Desavengo con traza,
los matrimonios avenidos.
Y te grito sin piedad,
en el alma y en los oídos.
Hoy dejo que me dejen sin palabras,
que me callen, que me teman, que me amen.
Hoy el fuego tiene malos humos,
de las cenizas no resurge nada
y la sal está demasiado salada.
Ahora ya es mañana
y la pasión mira el lecho ensimismada.
Hoy sufro el desencanto
de las caricias aceitosas
que no sacian el hambre atroz de las mariposas.
Se superponen los terrores de debajo de las camas
se revelan los esclavos
y se mueren de amor las amas.
Se prepara la angustia del día después
para enseñar sus aguijones,
pues se enamoró de un manco,

y besaba con fervor a sus muñones.
Hoy me duermo en sábanas desconocidas,
que están sucias, que están frías.
Hoy bailo con los pies del hastío
desnuda de cintura para abajo
y con el encanto arrollador del desvarío.
Es preferible morir, que inyectarse en vena
la esencia anímica de los recuerdos.

Es un latido estreñido
el de los corazones cuerdos.

miércoles, 6 de enero de 2010

Eres un tremendista






Me duelen los rizos.
Me duelen tus ojos,
Me duele tu tedio.
Me mata como llora tu guitarra,
pero no soy capaz de entregarme
ni a tus venas de marfil
ni a tus besos de pizarra.

No puedo acostumbrarme
a tus labios,
que son tiernos, pero insípidos;
ni a tu olor, que no me embriaga.
No soporto ver tus uñas
dentro de mi llaga.

La tregua que tenía
con los hados del dolor,
ya se ha acabado.
La tregua de mis manos
con los bastardos del amor
ahora es sólo papel mojado.

Se burlan de mí las fichas del parchís,
las hormigas, las pelotas, los cotarros,
las vecinas, los ardores y los guijarros.
Los malos humos de los maniquíes,
margaritas, capullos y alelíes.
Y todo porque mentí al decir
que quería quererte.

¿Dónde habré metido
el decálogo del alma inerte?

No tendré la desfachatez
de pedirte que me perdones.
Agonizo.
Me duelen tantísimo los rizos.

lunes, 4 de enero de 2010





OLVIDO, SOMOS ELECTRICÍSTAS!

Declaración de difusión difusa o Candela que te quemas





-quién no llora no mama.
quién no mama, jodió.

-¿dónde dejaste la vergüenza nena!?

domingo, 3 de enero de 2010

Que nos vaya bonito



Revolución!
Los gemidos ateos
se tiran por las ventanas.
Y se venden nubes negras
que destiñen nuestras canas
Se subastan las heridas de guerra
de las hormigas y cigarras.

Ahora mandan
los silencios de retaguardia
y las ausencias de cajón vacío.
Es que tú sólo me calentabas
cuando me moría de frío.

Que decidan nuestros huesos
el porvenir de las mareas,
que decidan nuestros hígados
el porvenir de nuestros besos.
Que decidan el destino,
los locos y posesos.

Pero cállate,
igual que callan las verdades con bozal.
Cállate como calla la suciedad avergonzada
o las pasiones escondidas de amor ocasional.
Cállate como callan los ceros izquierdistas,
igual que callan las caricias alquimistas.
Cállate como callan las incontinencias de carraspeo,
cuando tienen miedo.

Cállate,
porqué me duele el mar
y me pica el cielo.

Ahora mandan
los calcetines con agujeros
y los anillos desprovistos de dedos.
Te diré que yo tampoco
contaba tus parpadeos.

Muchas veces te amo
y muchas otras no.
Pero ven aquí, mi amor
y te comeré crudo
porqué esto es una Revolución.

viernes, 1 de enero de 2010

ME VENDO. RAZÓN AQUÍ

No me gusta la condescendencia humanoide, no me gusta lo importante ni lo banal, me dan miedo los perros y los hombres que trabajan en bancos.
He estado a punto de caerme 10 veces y me he caído 34, suerte que me he levantado 372 . No entiendo el amor sin apetito y tampoco entiendo la teoría de la relatividad.
Concibo el apetito sin amor cuando ya has amado alguna vez pero no concibo una cama sin dinosaurios amorfos Sólo sé que no sé nada. Que alguien me diga por favor para que
sirven las corbatas sino para atar de manos y pies a los poetas que hacen faltas de ortografía. Guardo el aliento de todos mis amantes y de todos mis desamantes debajo de las uñas.
No me gusta la sencillez que no está justificada, es más detesto las justificaciones que no están justificadas. Considero que las esencias son sagradas, por tanto sólo respiro cuando es absolutamente necesario. Me gustan mucho los hombres, los dioses, las mujeres y los seres intermedios. No necesariamente en este desorden. O sí, depende de la humedad del ambiente. Siempre he necesitado nanas para dormir, incluso cuando era vieja. No me interesan las ordinarieces de las divinidades, sin embargo me encanta enterarme de las barbaridades de los seres invisibles. A veces lloro cuando algo me resulta muy gracioso o dolorosamente bello, y cuando me doy cuenta de la inexistencia de la propia inexistencia, me río. A carcajadas.
Tengo varios pasados para dar a elegir, presentes variopintos y futuros un poco inciertos. Me enseñaron a fumar antes de nacer pero a pellizcar muslos aprendí yo sola. Tengo muchos zapatos de tacón y muy mala memoria. Las listas de la compra me producen ganas de vomitar y encuentro muy interesantes las iglesias indecentes. Sé volar pero sólo cuando me miran de reojo o en su defecto cuando me miran con el alma. Considero que me sienta mejor la desnudez que los vestidos de palabra de honor. Yo no veo, yo miro. No creo que me muera joven porque soy meticulosamente insana. Cuando un ser me aburre comienzo a desdibujarlo y a jugar con él secretamente, y cuando ya está desdibujado del todo puedo empezar a comérmelo a besos. Nací siendo hedonista e intento cultivar esa faceta mía cada día. Me crearon entre bambalinas un miércoles de función y hoy en día algunas mentes me añoran sin pedirme permiso. Pero no soy rencorosa, aunque sí un poco perversa, pero sin abusar de las pobres perversiones. Poseo tangos, rock 'n' roll y versos. Prefiero la moderación en dosis moderadas y los diamantes en bruto. No me gusta nada la composición de la palabra yo pero no me queda otro remedio que utilizarla a veces, Yo no tengo nada pero lo tengo todo.


Le toca a usted tocarme