jueves, 23 de diciembre de 2010

querido ex fiancé


Les presento a mi marido
que ha encontrado la masculinidad en unos tacones de aguja.
Su lujuria es tan pura como el resoplido de un corcel.
Me acaricia con sus vigorosas uñas postizas y sus tetas, son casi más grandes que las mías, soy tan feliz intercambiando nuestra ropa interior.
Solemos discutir sobre cuestiones metafísicas intercalando movimientos pélvicos que nos hacen vibrar. A veces bailamos fusionados como un solo ente a ritmo de rock and roll, se enfada cuando cojo sin permiso su pintalabios púrpura. Es hora de vivir, es hora de trastornar los placeres, me dice cada mañana a modo de buenos días después de un fructífero cunnilingus. Yo soy un poco celosa y me da bastante rabia cuando se fija en otras mujeres, a veces me callo y otras veces descuartizo a la mujer en cuestión. También me pongo celosa cuando se fija en otros hombres, entonces también los descuartizo o mutilo su miembro. Nos gusta el mar en todos sus estados, contemplarlo, nutrirnos de los infinitos olores que esconde en sus regazos. También nos gusta ser sucios y que las olas nos limpien. Vamos al cine, leemos poesía y escuchamos a Händel, disfrutamos cultivando nuestras mentes y rindiendo culto a nuestros cuerpos.
Mi marido es bastante descuidado con sus medias de rejilla, gasta una media de seis pares al mes
Lo amo tanto que el corazón me supura.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Croquis del guateque de la plebe: soy joven, merezco y desmerezco

Es fácil encontrar una boca despistada en esta masa homogénea de cuerpos
y sin embargo es tan difícil
perderse en unos ojos, inquirir una respuesta a este agravio de preguntas,
en este vulgo empedernido. 

Se mimetiza el humo del cigarro con los vahos de las cabezas pensantes
y los sudores fríos
que acuden a este antro para descargar su fuego en el fuego de algún prójimo,
o asesinar el tiempo a golpes de cadera.

De repente, alguna reacción química se produce en la sesera de los asistentes
y el espíritu santo se reencarna en acorde musical,
o en erección incipiente.
Luego, se engulle la noche a si misma y el amanecer arremete y resaca.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Cuarentena por el virus humanista

Creo en el género humano porque existe el rock and roll y los siglos de oro y existe el sexo telefónico, el divorcio, la circuncisión y los hombres menopáusicos.
La filantropía elevada a la máxima potencia es: Vomitar cinco mil litros de jugos gástricos simplemente por amor a la belleza dinámica de esos espasmos abdominales que doblegan la espina dorsal, acercando las meditaciones al retrete, seduciendo a la letrina con el intelecto, equilibrando horizontalmente el cuero cabelludo y el último de los esfínteres. Esta es la expresión artística más pura del ser humano, el preciso momento en el cual el alma, la mente y el cuerpo se conjuran para alcanzar un nirvana escatológico de dimensiones cósmicas.
Mientras dure esta fiebre antropológica que late en el fondo de mi ombligo, procuraré cambiar las sábanas una vez por semana y rezar mis oraciones ateas cada cinco horas.
A veces me decanto más por lo impávido que por lo pasible, aterrada por ese tiempo que lame el suelo y lame las paredes y babea sobre las cabezas de los transeúntes, blanqueando las sienes de los despistados y así es como me he convertido en una leal defensora de la sangre de mi sangre porque todas las sangres son sangre de mi sangre.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Matiz de matices, peces, reyes y felatrices

Es tan tierno
cuando bajas a mis instancias, 
para robarme del suelo. 
Para atornillar los sonidos
de los dedos en las pantorrillas
y friéndose la carne de gallina,
en la sartén.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Lo que retumba es la dicción y lo que duele son los puñales en la carne


Me absorbe la cuarta dimensión, el vacío sofocante que me traga
en su inmensa masa de color indefinido, matizado por estas velas,
más estos velos, que me aprietan los labios y me cubren las frentes altas
y las ideas bajas, y los impulsos de revolcarnos en la suciedad
y tirarme por los suelos como hiena desesperada, moribunda en su amatoria.
Sin embargo todo este sopor, estas ganas de vivir, se reducen a miga de pan
por culpa del interrogante existencial, en forma de hoz [con delirios de guadaña,
compañera de la muerte.]

Pero antes, hace muchas menstruaciones,

yo tenía un Dios y dos estrellas circundadas, a modo de satélites, 
cubriéndome las espaldas, deshollinándome las sienes, sacándome las entrañas
y dejándolas ventilar en el balcón. Entre gemido y gemido, con aires de canto gregoriano,
yo sopesaba los arañazos en una espalda ajena, que no lejana, en una espalda
vieja, que no vejada, en una espalda férrea, que no aferrada.

martes, 23 de noviembre de 2010

Un pequeño inciso

En esta noche, a estas alturas, yo me confieso, me pido perdón. Me despojo del ego, del hedor de mis circunstancias, de los placeres pasados y los lloros futuros. Recorro con los dedos cada pelo enquistado, cada trozo de carne. Me presento a mi misma, querida Paula ¿eres tú? Sí, sí, soy yo. Todos mis recuerdos me aprietan la mano cariñosamente y van saliendo poco a poco, en procesión, hacía el Mundo. Humildemente dono mis recuerdos a la atmosfera e invito a mis miedos a cenar, de tú a tú, en este sagrado lugar que llaman alma. Escucho el calor que desprenden los cuerpos y dialogo con él, y me nutro con él, y así es como el lodo se purifica solo. Y se hace lejano el lenguaje de los porcentajes, los fonemas y la informática. Lejano pero presente, como un viejo amigo que nos ha visto en pijama.
Respiro y ahora, en esta noche, a estas alturas, soy por fin, libre.

Resumiendo:

La profunda vida de un guisante y su mascota, la mascota y su guisante, el primer desliz de la tía del guisante y su mascota, un cúmulo de piernas calladas y su sangre caliente cayendo gota a gota por los grifos de la ciudad. Mi terror son las manzanas, los domingos, los poros del tamaño de ballenas por los que se escapa la vida. Conozco perfectamente a sus hijos, a sus padres, a los pliegues de sus codos, a sus perversiones ciclotímicas, me sé de memoria la austeridad de sus uñas, el cosquilleo permanente en la planta de los pies. Yo soy yo y otras cosas. 

domingo, 14 de noviembre de 2010

Malus domestica

No hablo otro dialecto que el de los dedos, el lenguaje de la saliva, las sombras y la cerveza.
No tengo otra partida de nacimiento que esa mancha en el tobillo. Es evidente y es macabra.
Luthier y catalán a partes iguales: por cada represión un tumor, por cada chasquido cincuenta calorías perdidas en un vaso de agua,
por cada noche a la intemperie tres sarpullidos, por cada matiz cincomil gamas.

y la gente sigue comiéndose manzanas verdes mientras camina por la calle
y es tan elegante
y tan saludable 
que me da asco. Odio las manzanas, con toda la fuerza que mis sienes me permiten,
son el tedio manzificado, el horror hecho fruta, la muerte es la manzana. La perdición
pasiva del populacho.

Si Dios es dios, también sufrirá



Si me concentro puedo ver un corte transversal del cuerpo que tengo delante.
Me miras con deseo legañoso, con lascivia primitiva. y en el reflejo de tus ojos veo mi hígado que arde de pena, supura en su propio jugo. Fermentar y vivir, Platón o morir.
(Para arrancar la carne de los huesos, temblar de lujuria). Estás clavado en mi garganta desde antes de que el tiempo sucumbiese al reloj.
A la vez, desde el balcón se intuye el paisaje en equilibrio febril, el nuevo siglo se nos echa encima y los señores cantan copla en la calle. Ajenos al dolor de mis venas que no soportan la sangre palpitante, la velocidad inquisidora del flujo rubicundo y estas uñas agonizantes. Y de fondo la música de los años viejos, la banda sonora de las mentiras que parecen verdades.
No parpadeo por miedo a que te diluyas, y en el intento me quedo sin ojos, se derriten porque son ojos mediocres. Mis insolentes ojos no han comprendido que si los cierro te ahogarás en la oscuridad.
No hay peor dolor que la consciencia de saber que alguien en algún lugar del mundo se está olvidando de mis clavículas. Del contorno de mis pechos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Son fantásticos los miedos pueriles

Alguien está estirando los pellejos de mis pulmones hacía abajo y no es que me queje, me gusta que mi corazón lata y que mis riñones filtren mi sangre, me gusta pesar menos en la luna que en la tierra y me gusta que la velocidad sea igual a distancia partido tiempo. De verdad que todo esto me gusta y no es por ello que me quejo.
Pero a veces algo pasa y todo se desestabiliza, y entonces es la velocidad lo que empieza a latir, mis riñones filtran la luna y la tierra pesa sobre mi corazón y el tiempo es igual a distancia partido sangre.
Soy y por ello padezco, esto es así, no hay más, una ley infranqueable que siempre ha estado escrita en una lenteja y traducida a garbanzos, habas y demás criaturas. Un trozo de verdad acolchado que está ahí, que flota en el subsuelo entre musgo, cigarros y borradores de epitafios de gente que aún no ha muerto [porque todavía no ha nacido] 
Otras veces nos azota la sencillez de la vida con sus siete dedos largos y sus cinco uñas ciegas, y es dulce, tan dulce que nuestros pensamientos se vuelven agua y nuestro agua se vuelve vino. Otras veces ocurren milagritos, pinceladas deliciosas y la veo a ella. Tan soez como la muerte misma, esa nariz marciana me mira con desdén eufórico, con la pasión enfurecida de los rezos enquistados. Esto es. Ella es. La solemnidad de una flatulencia espiritual que hace vibrar el alma. Una mujer sumamente fea me sujeta la puerta y me sonríe. Le faltan tres dientes y yo me acabo de enamorar.





martes, 2 de noviembre de 2010

Los verbos tienen persona, número, tiempo y alma

Yo brindo,
por la estética arriesgada de la anatomía humana,
con esas nalgas en los surcos, con esa cara en esos ojos,
con esos dedos en las uñas, con esa tripa en el ombligo.

Yo brindo porque
en la cazuela, amigo, cabe el mundo.

Me gustaría poder quitarme los ojos
para dejarlos ventilar sobre la mesa.
Desinfectar mis cuencas con aceite de cecina,
y entonces, mirar.




martes, 26 de octubre de 2010

Te faltan motivos y te sobran lunares en esa espalda blanda que un día fue clímax en un nudo de cuatro piernas. Vete, amor. Para venir en tres horas. Para volver a irte en dos.

Recuerdo las vergüenzas antiguas, más bien sus pellejos, que se agarran blasfemando a mis muñecas en sus últimos esfuerzos antes de la inminente expiración.
Y eso que yo sé que la inocencia nunca muere, sólo mata. En el peor de los casos se suicida tirándose al vacío, del ser a no ser, sin pasar por el limbo. Sin pagar el peaje previo al horno, posterior a la comedia. Si me pongo a recrear estabais tú y una tal yo delimitando el infinito mediante orgasmos robados de una dimensión que nunca y repito nunca fue vuestra.
En ese mismo momento a mil kilómetros y a cuatro pasos, habitaciones llenas de vaginas al acecho, preparadas para morder ingles y a veces corazones. Semánticamente es semen , paradójicamente es muerte, intantáneamente es legaña de luz.
¿Qué es lo que siente una niña cuando una lágrima roza sus muslos?
Un saludo a tu prima, que parece que se ha enamorado.

domingo, 24 de octubre de 2010

Posiblemente flaqueé

Me arrepiento de todo.
Me arrepiento de haber nacido pronto, en este siglo que no es mi siglo,
Me arrepiento de haber nacido humana cuando podía haber nacido genital. 
Me he quedado seca por dentro y ahora soy una pasa, una señora pasa.
Me asomo a la ventana y veo una manifestación de amas de casa por la legalización de la zoofilia.

Me arrepiento de haberme arrepentido.

Te adoro porque me adoro, porque me veo en ti, o último adios fauna desquiciante



Esa (tu) ceja cósmica que se ciñe a los principios de irrealidad
Antes era mía. Reposaba tranquila sobre mis labios
o vomitaba lascivia entre mi muslo y mi abductor.

he matado a los sapitos que me soplaban la epidermis
cuando el (tu) ombligo, que ahora me da la espalda,
me obligaba a soñar a la pata coja.

he degollado a las hormiguitas que tosían en mi tripa
cuando (tus) articulaciones y mi pubis desencadenaban
en orgásmico dolor de corazón.

he descuartizado a las amebas que copulaban en mi sacro
cuando (tu) poesía en forma de bostezo hacía una lazada
con mis entrañas y la punta de (tu) nariz.




La cruda carne y la realidad poco hecha



Al fin y al cabo todos tenemos fémures, más largos o más cortos. Pero fémures.
Podríamos atar nuestro intestino a la luna y dar siete vueltas alrededor, mientras recitamos con voz ronca la tabla periódica que nunca tuve ocasión de aprenderme. O podríamos quedarnos muy quietos y analizar la no existencia de nuestro no movimiento y volvernos locos porque nuestra mente humanoide no está preparada para comprenderlo. O podríamos teñirnos el vello púbico de fucsia y mimetizarnos así, con nubes de caramelo mientras nos baja la tensión de tanto silbar. No concibo  Reikiavik en la distancia. 
Si yo fuese tú, no tiraría de ese hilo transparente que te sale del ombligo. Si tú fueses yo, todo esto sería tan interesante que mira, se me hace un nudo en la garganta de la emoción.

Me gustaría ser pitonisa y estafar a la vida, pero no sé por dónde empezar. Fui y volví tan rápido que parece que el paréntesis no se haya cerrado, parece que todavía queden huesos que roer y carnes que lamer en este infierno invernal, que no viceversa eh. Al fin y al cabo no fluimos porque no somos sangre. Ni hígado, ni diástole, ni sístole.

sábado, 23 de octubre de 2010

Me pregunto si embelleceremos cuando pasemos hambre




 














Mi pseudónimo tiene nombre, apellido,
amor propio y manos duras.
Se ha casado con un poeta sordo-mudo
que teje en los entreactos
la manta sobre la cual forcejean
religiosamente sus genitales.

Si tuviese menos frío,
sobreviviría a la degeneración
de caricias esperpénticas,
pervirtiendo al tiempo.
Y dormiría en esa piel infranqueable,
en esa superficie de conejo de detrás de tus orejas.   

Si tuviese menos sueño 
mordería las patas de la cama 
para desmitificar los dientes 
y sus limitadas funcionalidades.  
Y pintaría el suelo con el color del cielo,  
ese tono indefinido que nos da quebraderos de cabeza.




                                                      

domingo, 17 de octubre de 2010

Túes y Yoes

Yo y mis demonios nos batimos a duelo, a muerte, sin la piedad que debería estar latente después de tantos años juntos. Me desgarran el hígado y disfrutan con mi muerte lenta, gozan locos y lo peor de todo es que su inocencia abyecta me conmueve. Pero algo pasa, algo se huele allá a lo lejos, ese olor a delirio embaucador, huele a batalla ganada, a  triunfo agónico. Entonces mis demonios y yo nos abrazamos, y lloran en mi regazo, y me piden perdón. Les cuento historias sobre lívidos encarceladas entre riñón y riñón, sobre tajos limpios en rodillas calvas. También les leo un par de recetas de cocina y un ensayo sobre los olmos. Después de esto, mis demonios han madurado, pero siguen siendo niños, bebés que se portan un poco mal porque necesitan amor. Entonces les doy un besito, los meto en la cama y mientras se les cierran los ojitos me juran fidelidad eterna.

sábado, 16 de octubre de 2010

Apología de la ira

(entonces ¿vivir era esto?- preguntó Tuermacko en su lecho de muerte)

Os mataré por frivolizar con lo escatológico, por convertir las manos en burdos instrumentos de bricolaje. No hemos venido para eso, joder. Estamos aquí para morirnos en medio de un escalofrío y recuperar el aliento rebobinando nuestras vidas.
Estamos aquí para no estar. No existir, ser conceptos abstractos que todavía no han sido concebidos. Hemos venido a jugar con la sintaxis y con los prepucios.
Yo os prometo dolor y placer a partes iguales, y en el centro de ese inquietante equilibro descansarán nuestras rótulas fluorescentes por residuos radiactivos, como estrellitas de neón.
Tenemos derecho a percibir, a decir y a hacer lo que nos de la gana porque nosotros somos los esperpénticos hijos de la luna, la suerte de los desdichados, la luz.
Muerte a la masa, viva el individualismo altruista y gocemos, revueltos pero no juntos, en el bacanal de los bacanales, en la orgía suprema la cual es el motivo de nuestras
patéticas existencias.
El populacho miente cuando dice bello, el terrorífico grosor de sus venas me hace daño .
¿Que qué es bello? Yo os diré lo que es bello, mierda yo os lo diré. Bello es genitales inexpertos y abdómenes fértiles enredados sobre hierba urbana. Bello es desgarro simultaneo de entrañas desconocidas, bello es la mimetización de un cuerpo y otro cuerpo e incluso otro cuerpo.
Bailemos para celebrar el fin, para sudar los tumores, los temores.



Maldito Dios


Me he tatuado esos labios en mis labios,
y con ello he ganado al tiempo.
He tatuado esas uñas en mi sacro,
esas piernas en mis piernas.
Le he hecho un tajo a la eternidad y ese pus supurante es ahora mi aliado
Recuerdo los omóplatos definidos en la espalda
y las clavículas contundentes como tubos enfurecidos
y los principios cuánticos del deseo metidos en los ojos, entre legañas.

Tú, que tienes nombre propio, pero inapropiado.

Y cuando me canse de esos labios en mis labios,
de esas uñas en mi sacro, de esas piernas en mis piernas,
tenderé mi cuerpo en la lluvia. Y que ella y los hados de la noche hagan su trabajo.




martes, 12 de octubre de 2010

Ese foniatra maquiavélico carente de aparato fonador pero con un buen sistema digestivo. Sufre de escoliosis.


Rezad por ese hombre. Ese hombre con una retirada a Quevedo y con la verborrea de un sapo triste en sus años mozos. Que me manipula el diafragma para provocarme el llanto. Que me agarra de los pelos para llevarme a la cama. Que me hace cosquillas para medir con su sonómetro la intensidad de mi risa. Risa enferma como agua de mayo en pleno agosto. Siguiendo las enseñanzas del no aprendizaje, el aprendizaje de la no enseñanza, llegaremos a la consecuencia sin haber pasado por la causa, probaremos los placeres efímeros del caldo de la abuela y otros remedios curativos contra la soledad. Moscas, yo os invoco. Para maldeciros, para echaros la culpa, no de mis males, sino de los males de mis alteres-egos.

Más tarde, más tarde la decadencia.

La decadencia esa tan temida por nuestra sangre, por nuestros ancestros que con sus rezos primitivos invocaban a la lluvia, a la tierra. Primero nos quedaremos secos por dentro , luego llegará la taxidermia por la cual nuestros cuerpos disecados flotarán sobre la ciudad. Nos manipularán el diafragma para provocarnos el llanto. Ahí bajo las costillas, dónde almacenamos cuidadosamente la angustia, la sangría y el chocolate. Y después la psicodelia, los divinos acordes de la vigesimoquinta sinfonía de Kaxytron Boissieu. Así es siempre, causa y consecuencia, en la definición nunca está lo definido, por este motivo el sentido de toda esta parafernalia es dolorosamente lógico. Como el amor, como las avellanas.

sábado, 2 de octubre de 2010

fregona y lejía sectarias





Hablaré con Madame Bovary sobre el antropocentrismo, los mormones, el lesbianismo y la anorexia. Al finalizar, nos cogeremos de la mano y saltaremos de la Torre Agbar. Agarraré por los testículos a todo toro o mariposa que intente frenar nuestra caída. Gracias o desgracias a ello, he decidido hipotecar mi alma para comprarme un buen felatriz, macho y fuerte. Así, embriagada por el soul de ese negro que me pone a mil , soy capaz de todo. Apostasía didáctica y de profesión ludópata. Me gusta la noche y sus callejones, deslizar el esqueleto por garitos, retretes y playas ahogadas en sus propias constelaciones. La noche no empieza cuando muere el día. La noche empieza en un leve movimiento de intestinos, en la lascivia contenida de una mota de polvo cabalgando pieles, en tus ojos.
Un cigarro rebelde nos fuma en un descuido. Nos dejamos consumir tranquilamente, no hay nada que perder y a lo mejor por casualidad todavía queda algo que ganar.
¿Dónde podré encontrarme? Entre tus muslos, probablemente.

viernes, 1 de octubre de 2010

Tu mujer ideal me parece una mierda. Y te lo digo así con tranquilidad, entre amigos, sin rencores.

Pérfido mandril, absurdo títere de voz caucásica y piel peliaguda, memo turco de dedos flácidos e ingenio chorreante, grasoso, bonobo estéril, inapetente, inútil ser deshumanizado como muñeca hinchable sin alma. Canoso cabello como canosa verborrea irritante, pene abyecto sin capacidad de erección. Sucio amoral y proyecto frustrado de genio loco. Rompedor de la harmonía espacial, toro albino al punto de caramelo, capitalista radical y progre auténtico de segunda fila, dictador de dictadores, elefante a trompicones con labios lacios y lengua fina cual lagartija emperifollada. Nariz de fabada, largas inseguridades como lista de ausencias preconcebidas. Aborto de feto de canguro fruto del incesto entre canguros albaceteños. Personificación del concepto ambiguo de agujero negro, sutil imitación de retazos de genialidades , oda al mal gusto, sensibilidad cero. Del amor al odio hay un meñique. Y hoy más que nunca, también viceversa.

Fonéticamente es bello, tiene gancho, mortifica.


Mira como me muerdo las llagas de la boca con fervor religioso. Moriré al igual que tú, mi carcasa quedará inerte sobre la tez de un hombre inmune al raciocinio. Me quitaré el disfraz de mujer y seré alma, aire en el aire. Mi cuerpo irá a parar al contenedor de materia orgánica junto a un par de abortos y tres colillas. El tiempo, las larvas y el rigor mortis harán acto de presencia impresentable en las cuencas de mis ojos. La muerte no es estática pero sí infinitamente estética, sobre eso y no por eso, escribiré un epitafio digno de olvidar. Porque en estos tiempos que se arrastran como viboritas, hasta para ser olvidado hay que hacer méritos. Un pircing enquistado en el ombligo será la bandera de mi nueva revolución, un buen grito de guerra para comenzar a luchar por ninguna causa concreta, sólo por el placer primitivo de estar muy cansada a la hora de dormir.
Evolución , (H)edor, Epicureísmo

lunes, 27 de septiembre de 2010

Última hora en La Habana


los intelectos tetrapléjicos [que durante todos estos años nos han impedido crear, felar, ser felados, ser creados]
nos piden perdón, avergonzados por sus manos limpias,
y por sus guantes sucios.

Perdonados quedáis, mis no-hijos.

allá en el horizonte retales de retales.
Trozos de historia que perdidamente
nos esperan a la salida del instituto,
del trabajo, del útero o de la cárcel.

El pasado es el cáncer del siglo XXII.

Manifiesto de lunes extrapolable a martes


Hola, he venido para imponerme de manera democrática.
Agarraos a mis rizos, a mis uñas, colgaos de mi carne, morded mi bazo.
Quedan declaradas las venas con calamares como manjar oficial del Imperio. Los seres con pocas luces serán decapitados públicamente, torturados, descuartizados o en su defecto
plastificados en las paredes del palacio para posterior alabanza. Cerveza para todos y sufragio universal. Se proclama la masificación de los tres tiempos; pasado, presente, futuro, con fines benéficos u otros fines arbitrarios. Creo que no me dejo nada, buenas atemporalidades majos.
En el fondo muy fondo todos estamos jodidos. Yo estoy jodida, vosotros estáis jodidos. Y el mundo sigue, esto es lo peor, que el mundo sigue.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Bendito pecador


Me duele la tibia de tanto pensar. ¡Usted es un pecador! uno de esos pecadores que en otro tiempo se hubiesen derretido en el fuego frío de la Inquisición, uno de esos pecadores que se mueren con la certeza de haber vivido. Un puñetero pecador eso es usted, No ensucie mi espacio vital, pecador, pecador. Bébase su cerveza y márchese , pecador. Valiente coleccionador de hímenes. Venga a mí, acérquese y cuénteme el brutal asesinato de su moral, de la ética de sus actos. Pecador asqueroso. Pecador supremo de alma mediocre y gustos exquisitos. Morirá atado al mástil de un barco introducido en una pequeña botella de cristal. Insignificante y preciso, como usted. Maldito pecador. No me confunda con la verborrea muda de sus dedos de masturbador, no lo intente, porque lo conseguirá, maldita sea, lo conseguirá.

Autorretrato




"Soy fugitiva por iniciativa impropia, por calumnia y por injuria. Soy egoísta y malpensada, ergo autosuficiente. Me inquieta la pesadumbre de la uve doble. Paseo y desposeo por placer y a veces por hambre de hombre. Me gustaría desdibujar la desnudez húmeda de las fotos amarillas , menstruar libremente en un lago cual animalito y teñir el agua de rojo con la pintura acrílica de nuestras entrañas. Aquí huele a fémina. Tú, mujer, niña o señora, qué más da. Eres mi hermana."

lunes, 20 de septiembre de 2010

crónica del desagrado y de la felicidad


Ya no distinguíamos entre el mal y el bien, entre la luz y la sombra, entre los carbohidratos y la fibra. Nos tumbábamos en la cama, sobre esas colchas de colores indefinidos, sobre ese olor a amor agrio y bebíamos cerveza caliente y nos caían por la barbilla hilos espumosos de origen incierto. El tiempo no pasaba por nosotros, porque le dábamos miedo, temía nuestras ojeras azabache y el estado vegetativo de nuestras almas. Sí bueno, en cierto modo éramos inmortales.

Los tiroteos urbanos llegaban a nuestros oídos de manera lejana, confundiéndolos a veces con algún aviso de infarto de nuestro corazón. A menudo me dejabas sola, yo lo sé, con un esfuerzo sobrehumano levantaba el brazo derecho y palpaba, palpaba tu lado en la cama, y tú no estabas, yo sé que no estabas, no sé por qué pero me dejabas sola. Y en esos ratos de soledad me dedicaba a beber más cerveza caliente y a preguntarme como habían llegado al techo esas pisadas. Al cabo de un rato, volvía a notar tu respiración serena pero pesada como un elefante muy muy gordo y muy muy erudito. Así era tu respiración, gorda y erudita. Como si nunca te hubieses ido. A lo mejor ciertamente nunca te habías ido, era yo la que me iba, o qué sé yo, a lo mejor se producía algún accidente cósmico espacio-temporal ahora tan de moda.


Tu padre había muerto en el parto y tu madre, más tarde, se murió de pena. O eso me decías a modo de buenos días. Otras veces vertías el contenido de la botella de tu cerveza caliente sobre mi escote. Esas veces yo sonreía, y no era para menos. A mí me gustaba cantar en francés, aunque no tenía ni idea de francés. Pero cantaba y tú me animabas a cantar más fuerte, más alto, con más consistencia. Era interesante el decrepitar del fuego martilleándonos las orejas.




viernes, 17 de septiembre de 2010

Deliciosos disfemismos

Entre espada y pared; tierra de nadie,
y entre pata y pata; manjares exquisitos.

Entre ayer y lo que se supone que es hoy,

un pretexto blanco, desnudo,
curtiéndose en el frío del verano,
que es peor de todos los fríos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Histrionismos del miembro viril

Me encontré sola y borracha en una barra rodeada de corazones amarillos. Esperando a un nadie cualquiera con mil quilos de grasa en las arterias, con mil quilos de pescuezos retorcidos en las entrañas. Mujeres y hombres cascados más que casados, febriles más que felices y así .Y en el ambiente este éxtasis. He dicho bien. Éxtasis. Amontonaré mugre de la barra y me iré a rezar por mi difunta yo. Los delitos de la carne se perdonan rápido desde que la reencarnación de Satán es un helado de fresa.
Y aquí estamos, soportando los nuevos inventos progres como el sarampión o la homeopatía.




martes, 14 de septiembre de 2010

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Aplauso a esa mujer polaca que canta a base de ecos. He visto algunas cosas en esta vida algunas de ellas nada agradables, pero otras sí, bastante, y otras pues mira ni sí ni no. Están ahí como el sarpullido en el antebrazo. Me he parado a analizar algunas caras , he desmontado hipótesis. ¿Qué te iba a decir ? Ah sí, que te prefiero vulgar, obsceno, sucio. Vivo al fin y al cabo. Me he fijado que te arrancas las pestañas cuando te pones nervioso, pero claro, con disimulo, eres un hombre de bien, un ser educado en la nobleza, en la cuna del eufemismo donde nunca se oiría la palabra pene. Siempre te he querido bastante, incluso cuando te he odiado. Un experto en la materia con diversos desordenes sexuales diría que estos sentimientos tan contrapuestos son propios de una adolescencia desordenada, pues puede ser qué quieres que te diga. A veces me imagino cosas relacionadas con tu sangre.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La palabra riñón siempre me ha parecido muy erótica. Con una musicalidad impropia de la excreción y sus diversos coetáneos . Una fuente de delicadeza delimitada por sangre y piel y letras.
Parece que empieza a refrescar.

Planetariamente hablando




Maravilloso, maravilloso este ambiente tercamente pasivo tal cual naturaleza ni siquiera muerta, más bien moribunda, maravilloso este vacío de boca desdentada, de vestido amarillo que resbala por unas magníficas caderas estériles, manidas por las yemas de los dioses. Desternillantes ideas de vanguardia colectiva, de psicosis de andar por casa. ¿Quién nos verá desafiar a las tostadoras, a la lectura rápida y a la memoria fotográfica? ¿Quién velará nuestra conducción temeraria por los anillos de Saturno?

Busca en mi intestino las pieles que huelen a orégano y mi doctorado en desencantos. Qué gravedad tan leve, que levedad tan grave, y así.
Nuestra existencia es un pseudónimo de algo, de alguien, no sé, no me preguntes, yo sólo observo, digiero, descarto y plasmo, no hay más. Desprenderse es comprenderse, liberarse, mutilarse concienzudamente para un fin superior, dejar nuestras cabezas perfiladas debajo del felpudo y salir de la carcasa epidérmica que nos hace bellos, o amorfos en algunos casos. Empaparse de barro y asesinar a nuestro prójimo a base de besos con lengua. Mentir a los nietos de nuestros amigos sobre ese tiempo intermedio que hay entre el pasado y el presente, como buenas felatrices divagar mientras le sostenemos el whisky a nuestro gato persa. Enferma. Así me siento cuando intentan curarme de mi presunto mal. Enferma.

lunes, 6 de septiembre de 2010

A estas alturas de la vida qué más da quien pierda.

He tenido tres deslices este año, tres deslices reincidentes, me refiero. Un Jesucristo de los bajos fondos, un escritor hitleriano con acento andaluz y un pulcro abogado que sorbía el café con la nariz. El primero me lame los muslos con sublime delicadeza poética y luego me dice que la vida consiste en ir tirando. Mal fario, error de cálculos, apocalipsis. El segundo tenía un inquietante e irritante lunar en el párpado derecho que me miraba con rencor. Adiós man. El tercero, el más dolorido y no por consecuencia el más doloroso, hilvanaba mis sueños con sus desesperados sonidos guturales, y yo me lo creí. Sin comentarios.
Ahora, me dedico a reflexionar sobre la autopsia de mi yo del pasado, a colorear el autorretrato cubista de mi yo del futuro.


sábado, 4 de septiembre de 2010

QUE CUNDA EL PÁNICO

Las monjas mascan chicle, fuman en pipa y bailan. Bailan con la pasión de sus rezos, mueven la piel, los huesos y el hábito al ritmo de esa música satánica que cae en cascada de las entrañas del altavoz.
Ronronean apegadas a ese rito más antiguo que las horas, tan antiguo como siempre, como nunca. Las estrías en sus pieles jóvenes se regocijan al oír la sangre gorgotear, sangre fresca buscando un clímax que no les pertenece, igual que las flores no pertenecen al viento, igual que el picor no es monopolio de la epidermis. Funden sus mentes con las notas, sus cuerpos se elevan, milagro, levitan. La pureza de sus ombligos se vuelve dulce y se desdibuja el miedo al infierno, porque el único infierno es dejar de volar. Se nutren del goce ajeno y disfrutan nutriéndose, lo cual todo se reduce a una vorágine de goces y disfrutes que las embriaga y las transporta a un estado húmedo cual beso entre hermanos. La elegancia se contagia por medio aéreo y no hay más que ver los movimientos perfectos de las falanges de los dedos de sus pies. Son una combinación de arterías, misticismos y electrones esperando a ser descubiertas.

jueves, 2 de septiembre de 2010

FIESTA HUMA-NISTA EN CASA DE LA LLUVIA

lluvia que lame la calle ,
que besa el suelo que piso
lluvia férrea, lluvia suave.

las cinturas de avispa
se retuercen al ritmo de las musarañas,
en este festival ecléctico todo vale.
En esta fiesta de derroche obligado
se venera la carne humana.

lluvia acongojada
por tanto escombro,
por tanta lágrima sin hombro.

acaso la locura no es un estado, sino una circunstancia.

En este bacanal noctívago,
se analiza el matiz en la acrobacia,
el aroma en la piel del vertedero,
la sonrisa a los pies de la desgracia
la finura en la tos del marinero.

acaso el delito no es matar a sangre fría, sino morirse de pena.

Metamorfosis callejera


Tócame las llantas de aleación mientras las cabelleras caoba flotan en el vacío sin cara y sin ideas. No te gires pero lo cósmico y lo terrenal se están casando por lo civil después de tres horas de noviazgo. Y las curvas mienten, las curvas son mentirosas, las asonancias melódicas son armonía, sólo queda un niño bueno, dos terremotos y tres fin del mundo.

Mira allá rebuscando en los escombros está el hombre cuya cara decora las farolas coronando la palabra desaparecido. Se le ve bien. Feliz entre escarolas , un poco más delgado que en la foto de archivo. No seré yo quien le arranque de su cosmos, quien esquile su afán por sobrevivir a base de piel de patata, de piel despellejada que algún día fue carne. Fíjate en su tez, en sus heridas de guerra haciendo acto de presencia en su rostro arrastrado, en su rostro sereno.


Se marcha, así como vino (vino tinto) , aparecido entre sus desapariciones, como un espectro urbano cabalgando sobre ideales echados a perder por un cúmulo de casualidades. Su ausencia nos deja fríos, pero acechantes, perezosos pero tercos en nuestra desgana, con la certeza de que algún día seremos aves sobrevolando Ginebra o en el peor de los casos gusanos sobrevolando París en el pico de las aves migratorias que nunca tendremos el valor de desear ser.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

%

¿Quién pudiera descorchar el placer,
premeditar la risa?


He aquí el misterio.

martes, 31 de agosto de 2010

acrobacias temerarias/temerosas





Si me vas a asesinar por venganza y/o por desesperación hedónica que sea sobre el cielo. Que pueda oler a dios, resbalar entre la grasa de sus poros, recorrer la redondez de sus nalgas, apoyar las yemas de los dedos en la cúspide de sus inquietudes. Y cuando el dolor llegue ataremos nuestros cuerpos al ciprés más cercano para curarnos de la luz y de la sombra, del jamón y del centeno. No te culpo, porque si lo hiciese no quedarían medusas en los mares, ni serpientes en los campos, ni escorpiones sementales. No te culpo por falta de pereza y por exceso de lujuria. No son sólo mis pecados capitales, también lo son de las arterias colapsadas por colesterol, de la sequedad vaginal y de tantos otros fenómenos inexplicables. Sea por lo que sea no te culpo, es más, te comprendo, me desprendo.

Mi error fue ese impulso febril de desgarrarte las clavículas con amor. Febril como el croquis de una gordura a medida, como un alma de diseño. Artificiosamente febril, seguro que me entiendes corazón.

Soy la heroína de los bajos fondos, la salvadora injusticiera de la masa gravitacional, la mesías del despojo y el aturdimiento. Mi amor no me comprendes, no te desprendes,
te acaricias los nudillos deformados de tanto puñetazo y mientras se revaloriza el euro allá fuera te pides, me pides, nos pides perdón.

domingo, 29 de agosto de 2010

PROSPECTO UÑAL



La textura de las uñas es cambiante, dispar, hipócrita entre dedos lacios, ausente.
Es bebible, se derrama sin querer en los momentos clave y baila en los cráteres cutáneos. Como sedas que cabalgan sin permiso y sin certeza existencial, como trueno mudo, como rayo ciego. La textura de las uñas son Niños Muertos sin más procedencia que el cielo, sin más destino que la soga, el mandil, o el vertedero. Es portadora de futuros arañazos, de epidermis rancias y de sudores no sudados en el momento oportuno [que no oportunista]. Es conveniente advertir que las ganas que se quedan entre los párpados (porque el sueño a veces es más rápido que el deseo) se contagian por medio del tacto albino, del tacto puro. Poco más que decir de estos seres, en dosis excesivas incompatibles con las heridas abiertas, con el pus supurante y con el trabajo manual.





domingo, 22 de agosto de 2010

Fonochasis y demás fenómenos




Estética futurista con toques rococós.
Siglos bisiestos , años miopes. Gramófonos virtuales descorchando gaseosa light, mientras los tocadiscos vomitan música electrónica. Mujeres despampanantes con grandes pechos y grandes culos, hombres de muslos fibrados y falos eternamente erectos. Simultaneamente huele a catedral gótica recién estrenada. Vorágine de embriaguez de nuevo y viejo , lo obsoleto es el futuro, el pasado es un código de barras y un puñado de chips de memoria de cuatro gigas. Grageas de retro glam para la jaqueca. Cibernética avanzada para las pinturas rupestres. El sudor es la fragancia más vendida y se comercializa con cerebros. Me vestiré de Catalina de Austria y haré el amor con tu holograma. Mucho humo y el karma enfurecido por mi comportamiento irracional. Sodomicemos el tiempo con una barra libre.

lunes, 16 de agosto de 2010

TÉMPERA XIX


A veces me pregunto obviedades, como todos.
Me remonto a los tiempos en los que mis nervios sensitivos
empezaban en mi cuello y acababan en tu epiglotis.
entonces, sólo entonces, me dedico a separar
las ausencias enquistadas de las ausencias en carne viva.

El amor es esmirriado y húmedo , eternamente menopausico,
clasista, sectario, jodón, aguardiente y monja boba.
El tabú de los tabúes, sibila serpenteante,
así nalgas prietas en corazones blanditos, ¿cómo se miden
las ganas de fornicar cuando la realidad supera a la fonética?

Bello espectáculo cuando los ojos se mimetizan con la nariz
y la nariz con el recto, y las manos con el hígado
se masifican en una hermandad de piel, entraña y huesos.
¿cuantos seres soporta un alma? ¿cuantas almas soporta un ser?
A veces me pregunto obviedades, como todos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Paladar animal

tal vez arderán las calles cuando cerremos los ojos,
se deshidratarán las pieles cuando nos desnudemos,
tal vez oremos de alegría.

tal vez,
los caprichos se volverán castigos
y los castigos se volverán caricias.

tal vez la selva sea la única solución
para curarnos del salvajismo flácido,
del conformismo salvaje.
Más matiz, más placer,
y usareis las corbatas como lianas.

Caprichos de la selva ardiente,
ardiente sin furia, sin cuero,
ardiente con los tejidos del tiempo
enredados en el núcleo del fuego.

Selva dignificada por la contundencia
que da la eternidad a los cuerpos celestes.

Selva libre como tutú rabioso a ritmo de jazz,
sin lápidas a las cuales quitar el polvo.

Selva tosca porque nadie respira por placer
porque nadie se muere por amor,

y no por consecuencia de ello
me quedé sin voz,
me quedé sin sangre que morder,
sin sangre que untar a mi pan de centeno.


miércoles, 28 de julio de 2010

caótico vómito pre




Un motel de Panamá y esas sábanas que no huelen a sudor, son sudor acartonado desbordándose entre los hilarantes hilos. Hola qué tal, he llegado al clímax de la desesperación y he vuelto cantando Bésame mucho con acento cubano. No me juzgues, porque soy tú, soy la sombra de tus tobillos. Y de tus arrepentimientos. Tobillos gordos. Lo que nunca hemos sido también nos define, nos ahueca, nos da alas, nos limita.
Déjame amontonar la multitud de dimensiones que nacen cuando el camino se bifurca, permite que las ordene por olores, por textura y por grado de errata/cagada monumental.

No sé hijos míos, qué queréis que os diga, morir es también vivir pero en pretérito perfecto. Y sino que se lo digan al hombre anónimo que recordaba todas y cada una de sus muertes/reencarnaciones y se hizo rico con una recopilación de epitafios.

Bendita arena que mantiene el mar a raya. Malditas rayas que estructuran el infinito con su ordinariez ilustre. Un apunte. Sólo uno: Tengo tu sangre caliente fluyendo por las tuberías de mi casa, y me gusta. Me gusta tanto

lunes, 26 de julio de 2010

barra libre morfológicamente hablando

Lograrás encariñarte con el tumor maligno que hay en el lado derecho de tu alma.

Amamantarás su grosor con el pus de tus venas y se hará grande y fuerte. Le darás amor con las palmas de tus manos y le cantarás rancheras con voz rasgada. Un día de repente, crecerá y se dará cuenta de que Reykjavík está todo lo lejos que quieran sus pasos y de que es posible combinar manzanas y mesas de manera creativa. Le corroerá la angustia por una existencia abocada al empirismo crónico. Su intelecto limitado pero ingenioso, le permitirá realizar anagramas con los datos de tu ADN. En su corta vida no habrá sitio para placeres más allá de los escatológicos, ni para sufrimientos mayores que la angustia primitiva por sobrevivir.

Estamos desnudas como melocotón pelado sin abrigo de terciopelo. Francamente desnudas, como los defectos evidentes en la anatomía humana.

sábado, 24 de julio de 2010

La felicidad no vende. Vende el desgarro, la amargura, el colofón.



no sé amar tranquilamente, como quien pinta una pared
como quien respira con la certeza de que mañana seguirá respirando.
Mis amores son obscenos, descarriados,
alguaciles mañaneros, moribundos, delirados.

absurdos como escrúpulo estructurado,
como poeta sin bombín,
como piel sin surcos,
como sexo premeditado.

no sé amar tranquilamente, como quien se come una cereza
como quien procede a acariciarse la mandíbula con un sílex.
Mis espasmos son extremos, desesperados,
maquiavélicos, terroríficos, desgastados.

encontremos la belleza porque sí.
el dolor más inhumano hasta ahora existente
es el producido al morderse los labios hasta sangrar.
la crueldad más inteligente consiste en permitirle vivir,
para obligarle a matar.

no sé amar tranquilamente, como quien se pone un pantalón,
como quien dibuja sapitos en el reverso de su mano

jueves, 22 de julio de 2010

vaginismo masculino


somos diminutas figuras de una red emancipada de un ser ojeroso que fuma nubes encima del omoplato de otro ser superior. Respira. Te juro que los olores se pueden comer, y nos pueden saciar, y nos pueden nutrir.
Te lo juro.


Te invitaré al café más cafeinado para que nuestros huesos se unifiquen durante tres minutos exactos, como eclipse de huesos, como mar de huesos, como masa magra de huesos. Y después soltar, y explotar, y que las fibras de nuestros huesos queden disgregadas por el espacio, se camuflen entre los planetas y brillen como soles, como estrellas de neón. Ven sin venir, así como musa temblorosa perdida en sintaxis de prospecto farmacéutico. Ven como si no vinieses, dedícate a recoger las frustraciones de poeta, los logros de cardiólogo, las oscilaciones de las apetencias juveniles. Ven sin llegar, pásate la vida viniendo por el puro placer de poder ir a algún sitio. Ven desdibujadamente, sin adverbios que enturbien la pureza del verbo extasiado y extasiador. Te recrearé la textura del hígado del equilibrista desequilibrado que se dejó el sombrero en mis entrañas. Mientras tanto el futuro incierto nos espera agazapado entre contenedores de basura, entre fichas de ajedrez. Somos pequeños. En nuestra ausencia los notarios seguirán sonriendo con ternura, el mar seguirá sumiso a sus espasmos melancólicos, los ovarios seguirán produciendo óvulos y las vacas seguirán dando leche y la leche seguirá siendo indigesta.

Y si me alejo de ti por iniciativa propia, nunca llores. Nunca llores, porque mujeres como yo las hay a patadas. Ven a pincharme las yemas de los dedos con una aguja y fricciona tus rodillas con las mías con reuma pasional.

domingo, 18 de julio de 2010

Abanicos censurados por la RAE

No me encuentro en los gorgoteos de la sangre, en las entrelíneas de una esquela prematura cuando agoniza un corazón. Contundente corazón.
Te tercias en instantáneas gotas de miel amargada, con el hígado en una mano y la lógica en la otra. Así. Goce en los pliegues de la piel, fiestas clandestinas y abdominales derretidos que algún tiempo fueron carretera de lenguas furiosas. Toco las comisuras de los huecos de tu olor, me hago trizas. Ahueco mis/tus (pero nunca nuestras) verdades inoportunas como cojines de encaje. Dolor sordo, razón muda.
Me preguntas qué es la vida y te grito que la vida es encontrar el ritmo en el sonido de la aguja cuando cose. Mentir con el alma, buscando la belleza desde una coma mal colocada hasta un resfriado contagioso. Morderse las uñas hasta llegar a la carne y seguir. Esta es la vida. Del olvido injusticiero. Esta es la vida.



en


de oro blanco goce instantáneo para las arterias alocadas , el corazón late plastificado y así nos va.


la lujuria empedernida de los dedos de los pies

La euforia y el mal olor no son tan diferentes. despellejar las soledades de los surcos de las caras, las varices de las piernas, los delitos de los muslos.


Gracias por insaciar.


Como muestra de gratitud me tatuaré tu ombligo en la frente.

miércoles, 14 de julio de 2010

Bioquímica avanzada y/o Pepa


Los placeres terrenales se quedan en un matiz con relieve, pero sin profundidad, como maqueta de una urbe, como pecho de esqueleto.

Pepa. Que es mi Pepa, tu Pepa, su Pepa, hay tantas Pepas como pudores en la desnudez prematura. Pepa se ha dejado la dignidad en el vientre de su madre, en esa cicatriz alicatada que es el portal a las entrañas maternales. [qué quieres que te diga si con diez quilos de más y tres sueños de menos pierdes credibilidad. [¿] . Se dan la razón lo raído y lo huraño como el olor denso y casposo de la almohada que era mía hasta el momento en que se hizo tuya.

Volviendo a Pepa, me pregunto cuanta mugre hay en sus verdades mentirosas, cuantas lagunas hay en sus neurotransmisores de recuerdos o más crudamente, cuanto olvido hay en su alma, cuantas metáforas se le han quedado pequeñas y cuantos anillos cabrían en sus dedos. Pepa tiene un hambre descomunal, es grande y pequeña en partes iguales, es tan bonita como fea y su pureza es directamente proporcional a sus actos sucios. Todos somos un poco Pepa, Pepa es quien quiere ser , nos diría ahora su abuela.

sábado, 10 de julio de 2010

Codos y otras vergüenzas





qué fácil es enamorarse de una mujer pecosa,
de un hombre errante , de un niño cura.
qué fácil es arder como pájaro en vela
cuando la boca es blanda y el alma es dura.

alguien ha bordado los olores

todo se intensifica tanto
que hasta huelen nuestras huellas dactilares
como perros rabiosos y sudor mudo.
Yo me muero, yo me nazco, me desnudo.

porque vivir es el mejor de todos los traumas,
los labios se deshacen en otros labios
y los ojos se desdibujan en otros

ojos tan profundos como lago negro
invitadores al ahogamiento.

Pobre bonobo-mandril que no comprende
la desidia desesperante del ESCOCI-MIENTO

Mejor cuando se hayan maneras de manipular
los dedos ajenos
y llevarlos, afligidamente, hasta los confines de los muslos
de un tercero.

¿qué mar, qué tierra,
qué árbol será alimentado por nuestras cenizas?
si es que morimos
si es que hemos siquiera nacido.

domingo, 4 de julio de 2010

El cambio radical de los átomos de las fibras de algún tejido al azar/al azahar


¿por qué he sido tan obtusa tan polivalente tan empírica tan salmón ahumado?
la corteza está carcomida por millones de aclaraciones como maripositas negras góticas enfadadas con el mundo, esto es el exilio voluntario, un suicidio sin premeditar pero premonitorio, a la larga beneficioso, y si hago esto es porque vomito vida, porque sangro vida, porque sudo vida, porque soy vida. si se da el caso de sentir un pequeño atisbo de arrepentimiento iré corriendo a lavarme la cabeza con agua de lluvia y mi tinte rojo me abandonará por puro miedo.
o huiré sin irme o me iré sin huir o concretaré una hora determinada al día para escalar algún edificio emblemático del paseo de Gracia y chillar muy fuerte porque nadie me oirá, porque todo el mundo me oirá.
Emocionalmente puede que sea una catástrofe como la obesidad mórbida de caperucita roja o qué se yo. Qué más da, si todo esto es pura química, pura rueda de la vida, puro Stanislavski en sus años mozos. Sí, es una catástrofe a gran escala pero me purificaré de otras purificaciones mal ejecutadas. Y si hago esto es porque soy poderosa como una diosa acéfala de cabellos rizados. Y si hago esto es porque soy terroríficamente valiente o extremadamente cobarde o valientemente terrorífica o cobardemente extremada. O ambas cuatro miles cosas. Más amable es la apatía de los payasos, la soledad de los teoremas, la rebeldía de las colegialas vírgenes, el desdén arrollador de las cañas de bambú, la elegancia sobrehumana de una prostituta pariendo. Más amable es todo ello, pero qué quieres que haga si mi respiración va al compás de las enajenaciones mentales de diversos animalitos etéreos. Mi corazón es un hígado sin premeditar pero premonitorio, si he soportado un escalofrío superaré otro y otro y otro y le sacaré jugo, le sacaré esencia para hacerme vestidos con la piel de los que he amado, para hacerme bolsos con sus vejigas y para hacerme un batido con sus entrañas.

jueves, 1 de julio de 2010

UNOS SEGUNDOS DE SILENCIO



Todos somos columnas vertebrales ingeniosas que interactúan para nutrirse. Columnas vertebrales unos más que otros, de ojos saltones y pelo en las axilas e hilos de sangre surcando los muslos cuando menstruamos. De comisuras rasurables y carne que huele a muerto porque estamos muertos o en su defecto porque estamos vivos. Algunos buscan inspiración bajo los racimos de uvas, que son los testículos de la tierra. Bien por ellos. A veces la encuentran y otras veces un poco y otras veces no y otras veces se pierden encontrando y cosas por el estilo o anti-estilo. Columnas vertebrales de movimientos elegantes Columnas vertebrales con caderas lingüísticas y dedos mate. Todos saben que las uñas son una prolongación del ego. Por eso nosotros, que somos columnas vertebrales, nos mordemos las uñas/el ego cuando nos ponemos tensos. Nos pintamos las uñas/el ego con colores fluorescentes para olvidarnos de quienes hemos sido de quienes somos. Arañamos con las uñas/el ego cuando amamos a otras columnas vertebrales. Nos rascamos con las uñas/el ego cuando nos pica la dignidad escasa de columna vertebral. Y así sucesivamente. Es como una maldición ese olor a otoño viejo que se queda impregnado en el escote, después de sexo humano interrumpido. Yo no he dicho nada. Todos somos columnas vertebrales que articulan sonidos guturales cuando no saben cómo se carraspea, somos columnas vertebrales frágiles y serpenteantes como culebritas venenosas. es lo que hay c'est la vie de columna vertebral y verborrea fácil

terqueo dislocado


Mi piel huele a otra piel que no es mía, ni lo fue nunca, por este motivo y por ninguno más, concienzudamente me la arranco a tiras. Tiras tan finas como rocas de lava verde, tan deslizantes como fonética francesa en boca alemana, tiras tan obtusas como agudas, como cuerdas, como tiras tiritantes, como chirrío de baldosa mojada. Pizarra y ajedrez. Membrillo y persiana. Añil y silvestre. así una tras otra, Tira tras tira, qué desespero, qué desvarío. A tiras he dicho, me arranco la piel a tiras.

miércoles, 30 de junio de 2010

salud de hermosas viejas para bellas viejas




volaremos entre engranajes
y esa lágrima simbiótica se quedará en el vacío,
intimando con la amargura personificada
en bibliotecaria ninfómana.

nos desembarazaremos de esperanzas.
y de otras incontinencias del espíritu.
porque el alma es un aparato defectuoso

soy feliz porque no soy nadie,
pero no soy nadie porque soy feliz

tocado el asterisco con el don de la cutrez,
tocados y hundidos los contoneos
del infanticidio,
del adulterio y de la madurez.

EN ESTE PELO LACIO
no me encontraré
ni a mi misma
ni a mis sinónimos.

Ni vejiga de saltamontes ni rabo de pez,
volaremos entre engranajes y gemidos endémicos
y esa lágrima simbiótica quedará para posteriores Es Tu Dios


martes, 29 de junio de 2010

cuernos expiatorios y otras teorías del fin



Cuanta vida borracha que se cae al fondo de la piscina, y se queda ahí al lado de Tritón.

Cuanta vida supurando, todas tenemos clítoris y muslos y miedo. Nuestros vómitos son intercambiables, nadie notaría la diferencia, somos lastimosos y vanidosos y perdedores. Somos indefinibles bajo un punto de vista divino. No queda tiempo para glorificar los penes disecados de mi buhardilla, para dibujarnos mentiras en las comisuras de los labios ni siquiera queda tiempo para perder el tiempo.

O sí. A lo mejor queda tantísimo tiempo que las horas se desbordan excitadas del reloj. ¿Qué es luz, qué es albino, qué es el tiempo? El tiempo es una exposición de genitales peleando como ratoncitos furiosos. ¿acaso el sexo no es arte? A causa, a efecto y como concepto la felicidad ajena me resulta vomitiva. Cuanta vida desangrándose por los poros de un híbrido de cerdo y de nunca. Me gusta la mediocridad corpórea y los intelectos almáticos. Me desdibujo a voluntad con mis bragas supersónicas que leen mentes. Hoy brindo por las almas de plástico no reciclable, y qué coño hoy brindo por mi y por mis súbditos y por mis nudillos. Me superpongo a mí misma, me coloco en un cosmos superior adquiriendo una visión panorámica de mi cuero cabelludo, de mi asco espiritual hacía todo lo espiritual. Me voy para nunca, para a veces, para ayer. Me voy para todos los siempres que caben en la palabra porcentaje.

wilyamarraba



el suelo tiene alma, el pájaro tiene alma, los pellejos de la lengua tienen Alma, el interruptor tiene alma y así sucesivamente.
no es sano equiparar la magnitud, las magnitudes de la lluvia y otros fenómenos meteorológicos más interesantes pero menos fastidiosos.
hazme caso, las noches perdidas se acumulan debajo de las uñas y todo lo que somos o podríamos haber sido cabe escrito en un grano de arroz.


fíjate

domingo, 27 de junio de 2010

sublime a distancias cortas a distancias cortas a distancias largas a distancias cortas




vaginas con el rabo entre las piernas,

andares suizos y montones de pizcas,
de polvo, de penas.

los pomos de las puertas se revelan
se abren las cajas de pandora y
los confines, los sin-fines se cierran.

atroz el sopor antiestético de los vellos
públicos y púbicos y pueriles y ya está.
porque el aire que respiras huele bien.

porque la saliva que reclamas huele mal. (que por bien no venga)

creo. creo lo increíble creo en la vida, y creo en la muerte.

domingo, 20 de junio de 2010

Asonancias discrepantes y otros obstáculos para que los payasos no hagan el amor

La realidad es reacia a convenios económicos, a locuras ortopédicas. Y creo que ya está. Aquí se respira el terror de caer en lo que siempre hemos renegado. Antes me mato que agonizar en la epidermis de un saltamontes siberiano, antes que alcanzar una paz podrida en los rincones oscuros del karma, antes que ser alma reumática en un universo de tobillos gordos, antes que tener hijos/perros bonitos rosaditos con piel de poesía. Por dios antes que todo esto, yo me mato. Me mato. Desesperémonos tranquilamente, inspirando, espirando. Desesperémonos así, tranquilamente.

sábado, 19 de junio de 2010

Oda a nada, fíjate tú





maldición torpe como naranja criminal
como ausencia de epiglotis y de ombligo
como lata de sardina en guarnición,
decir, dudar, perdón, dije y no digo.

malditos.
malditos los deslices
porque cuando el desliz es reincidente
deja de ser desliz y pasa a llamarse dolor de hígado.

TERMITAS, TERMINADAS
LAS AUSENCIAS, TERMINADO
EL DESVARÍO.

miércoles, 16 de junio de 2010

hola holae



la noche nos aplasta el esqueleto y los días nos pesan en las sienes y debajo de los ojos. Jugar a doler y a ser dolida, morir por precaución, moler y ser molida.

Tenemos tantos nombres como poros, tantos mundos como sueños pegados a los pulmones, tantas expectativas como esencias abrazadas al cerebro.
Me acuesto conmigo y contigo y con él y con ella. Nos acostamos todos entre espuma barroca entre estrellas de neón de puticlub. Hemos asistido a la circuncisión de nuestros huesos,

a la fiesta de graduación de las cabezas pensantes de nuestras vidas. Vidas y desvidas como puños, como quesos de tetilla, como leche merengada. No he sabido si un vacío cabe en otro vacío, o si se desborda y se crea un agujero de vacíos, una orgía de vacíos, un baile vicioso de ceros y vacíos. Vacíos amatorios como paréntesis entre claudators opresores o así, qué sé yo. El sudor tiene sed cuando suda el agua. Entonces, entonces se enamora la retención de líquidos por ingesta de antidepresivos del destornillador del fontanero gay. Y así están, que tú, que yo, que nosotros, que tú no, que ni contigo, que ni sin tí. Y así agonizan con canciones que no dicen lo que de verdad quieren decir. Sobrevivir se convierte en algo secundario porque los poetas mandan a sus perros que se sienten y gritan todos al unísono: sit! sit! sit!, hay una gran explosión, huele a azúcar y pum nos volvemos todos cuerdos de repente. Qué desperdicio. Qué coche tan rojo. Qué utopía tan desagradable. Todas las esperanzas pierden la z y se convierten en mediocres esperanas sin fuerza, sin orden y sin concierto. Hemos muerto, hemos revivido, nos han querido y nos han pegado un poco. Y que yo sepa, no estamos traumatizados.

martes, 15 de junio de 2010

Ensayo sobre temblores varios




La belleza está enquistada en la piel del melocotón,
en el análisis introspectivo de un unicornio,
en los complejos estéticos de la poesía,
en el desdén arrollador de una polilla.
La belleza es la locura disuelta
en una botella de agua y tierra.
La belleza es virgen moribunda
es ardor y es garganta profunda.
Es pus ensangrentado
en un cuerpo anónimo,
la belleza es Adán y es evónimo.
La belleza es el cordón umbilical de una lombriz sureña,
es traición fluorescente y discreta
es la biblia escrita en una servilleta.
La belleza es hacer el amor con odio
La belleza es hacer el odio con amor.
Es tener el alma pelirroja
y restregar el pubis con dolor.
La belleza es esto, mirar por la ventana,
sangrar, quitarse los zapatos, amar, morir,
defecar y vivir.
La belleza es esto.

Ahora, permíteme olerte.

lunes, 14 de junio de 2010

Sandwich de podría ser queso de cabra o una desaclaración



Seda libre entre presuntas piernas


¿Dónde estoy?
Estamos bajo la influencia del chirrío, nube ácida. Chirrío.
Manda lo ausente, la chaisse longue, el desvarío.
Volaré.
Como si no te quisiese, lo cual es cierto.

Marmol tibio entre presuntos hígados.

Aes griegas y otras responsabilidades





Cada domingo, cada año bisiesto y cada siglo capicúa alquilaríamos nuestra capacidad de vomitar colibríes dorífera. Nuestros clientes serían variopintos, los habría con dos y/o tres piernas, con catarro y sin catarro, amorfos y/o bien formaditos. Nos repartiríamos las ganancias entre ochenta y cinco, aunque sólo seamos tres y/o dos y/o trescientos, hay que dejar parches para socorrer a nuestro karma de la quiebra. Si alguien intentase/intentara manipular nuestra capacidad de vomitar colibríes dorífera por otra capacidad ajena de vomitar colibríes androdon, nosotros nos daríamos cuenta, porque somos retrasados pero realmente inteligentes. Alquilen por -45$ y/o por 0,2€ una absoluta capacidad de vomitar colibríes dorífera, no acepten imitaciones, no acepten cohipónimos mediocres con salsa de sangre. Llévense de regalo un abuelito pachón que repita todo el rato y vicerversa: no hay nada más doloroso que dejar en evidencia a las evidencias. Cada domingo, cada año bisiesto y cada siglo capicúa. Beso mami. Mantengamos una distancia de precaución. Alejandra nos dijo, ¿cómo es posible no saber tanto? Este es el patrimonio que dejaré a mis bisabuelos.