miércoles, 28 de julio de 2010

caótico vómito pre




Un motel de Panamá y esas sábanas que no huelen a sudor, son sudor acartonado desbordándose entre los hilarantes hilos. Hola qué tal, he llegado al clímax de la desesperación y he vuelto cantando Bésame mucho con acento cubano. No me juzgues, porque soy tú, soy la sombra de tus tobillos. Y de tus arrepentimientos. Tobillos gordos. Lo que nunca hemos sido también nos define, nos ahueca, nos da alas, nos limita.
Déjame amontonar la multitud de dimensiones que nacen cuando el camino se bifurca, permite que las ordene por olores, por textura y por grado de errata/cagada monumental.

No sé hijos míos, qué queréis que os diga, morir es también vivir pero en pretérito perfecto. Y sino que se lo digan al hombre anónimo que recordaba todas y cada una de sus muertes/reencarnaciones y se hizo rico con una recopilación de epitafios.

Bendita arena que mantiene el mar a raya. Malditas rayas que estructuran el infinito con su ordinariez ilustre. Un apunte. Sólo uno: Tengo tu sangre caliente fluyendo por las tuberías de mi casa, y me gusta. Me gusta tanto

lunes, 26 de julio de 2010

barra libre morfológicamente hablando

Lograrás encariñarte con el tumor maligno que hay en el lado derecho de tu alma.

Amamantarás su grosor con el pus de tus venas y se hará grande y fuerte. Le darás amor con las palmas de tus manos y le cantarás rancheras con voz rasgada. Un día de repente, crecerá y se dará cuenta de que Reykjavík está todo lo lejos que quieran sus pasos y de que es posible combinar manzanas y mesas de manera creativa. Le corroerá la angustia por una existencia abocada al empirismo crónico. Su intelecto limitado pero ingenioso, le permitirá realizar anagramas con los datos de tu ADN. En su corta vida no habrá sitio para placeres más allá de los escatológicos, ni para sufrimientos mayores que la angustia primitiva por sobrevivir.

Estamos desnudas como melocotón pelado sin abrigo de terciopelo. Francamente desnudas, como los defectos evidentes en la anatomía humana.

sábado, 24 de julio de 2010

La felicidad no vende. Vende el desgarro, la amargura, el colofón.



no sé amar tranquilamente, como quien pinta una pared
como quien respira con la certeza de que mañana seguirá respirando.
Mis amores son obscenos, descarriados,
alguaciles mañaneros, moribundos, delirados.

absurdos como escrúpulo estructurado,
como poeta sin bombín,
como piel sin surcos,
como sexo premeditado.

no sé amar tranquilamente, como quien se come una cereza
como quien procede a acariciarse la mandíbula con un sílex.
Mis espasmos son extremos, desesperados,
maquiavélicos, terroríficos, desgastados.

encontremos la belleza porque sí.
el dolor más inhumano hasta ahora existente
es el producido al morderse los labios hasta sangrar.
la crueldad más inteligente consiste en permitirle vivir,
para obligarle a matar.

no sé amar tranquilamente, como quien se pone un pantalón,
como quien dibuja sapitos en el reverso de su mano

jueves, 22 de julio de 2010

vaginismo masculino


somos diminutas figuras de una red emancipada de un ser ojeroso que fuma nubes encima del omoplato de otro ser superior. Respira. Te juro que los olores se pueden comer, y nos pueden saciar, y nos pueden nutrir.
Te lo juro.


Te invitaré al café más cafeinado para que nuestros huesos se unifiquen durante tres minutos exactos, como eclipse de huesos, como mar de huesos, como masa magra de huesos. Y después soltar, y explotar, y que las fibras de nuestros huesos queden disgregadas por el espacio, se camuflen entre los planetas y brillen como soles, como estrellas de neón. Ven sin venir, así como musa temblorosa perdida en sintaxis de prospecto farmacéutico. Ven como si no vinieses, dedícate a recoger las frustraciones de poeta, los logros de cardiólogo, las oscilaciones de las apetencias juveniles. Ven sin llegar, pásate la vida viniendo por el puro placer de poder ir a algún sitio. Ven desdibujadamente, sin adverbios que enturbien la pureza del verbo extasiado y extasiador. Te recrearé la textura del hígado del equilibrista desequilibrado que se dejó el sombrero en mis entrañas. Mientras tanto el futuro incierto nos espera agazapado entre contenedores de basura, entre fichas de ajedrez. Somos pequeños. En nuestra ausencia los notarios seguirán sonriendo con ternura, el mar seguirá sumiso a sus espasmos melancólicos, los ovarios seguirán produciendo óvulos y las vacas seguirán dando leche y la leche seguirá siendo indigesta.

Y si me alejo de ti por iniciativa propia, nunca llores. Nunca llores, porque mujeres como yo las hay a patadas. Ven a pincharme las yemas de los dedos con una aguja y fricciona tus rodillas con las mías con reuma pasional.

domingo, 18 de julio de 2010

Abanicos censurados por la RAE

No me encuentro en los gorgoteos de la sangre, en las entrelíneas de una esquela prematura cuando agoniza un corazón. Contundente corazón.
Te tercias en instantáneas gotas de miel amargada, con el hígado en una mano y la lógica en la otra. Así. Goce en los pliegues de la piel, fiestas clandestinas y abdominales derretidos que algún tiempo fueron carretera de lenguas furiosas. Toco las comisuras de los huecos de tu olor, me hago trizas. Ahueco mis/tus (pero nunca nuestras) verdades inoportunas como cojines de encaje. Dolor sordo, razón muda.
Me preguntas qué es la vida y te grito que la vida es encontrar el ritmo en el sonido de la aguja cuando cose. Mentir con el alma, buscando la belleza desde una coma mal colocada hasta un resfriado contagioso. Morderse las uñas hasta llegar a la carne y seguir. Esta es la vida. Del olvido injusticiero. Esta es la vida.



en


de oro blanco goce instantáneo para las arterias alocadas , el corazón late plastificado y así nos va.


la lujuria empedernida de los dedos de los pies

La euforia y el mal olor no son tan diferentes. despellejar las soledades de los surcos de las caras, las varices de las piernas, los delitos de los muslos.


Gracias por insaciar.


Como muestra de gratitud me tatuaré tu ombligo en la frente.

miércoles, 14 de julio de 2010

Bioquímica avanzada y/o Pepa


Los placeres terrenales se quedan en un matiz con relieve, pero sin profundidad, como maqueta de una urbe, como pecho de esqueleto.

Pepa. Que es mi Pepa, tu Pepa, su Pepa, hay tantas Pepas como pudores en la desnudez prematura. Pepa se ha dejado la dignidad en el vientre de su madre, en esa cicatriz alicatada que es el portal a las entrañas maternales. [qué quieres que te diga si con diez quilos de más y tres sueños de menos pierdes credibilidad. [¿] . Se dan la razón lo raído y lo huraño como el olor denso y casposo de la almohada que era mía hasta el momento en que se hizo tuya.

Volviendo a Pepa, me pregunto cuanta mugre hay en sus verdades mentirosas, cuantas lagunas hay en sus neurotransmisores de recuerdos o más crudamente, cuanto olvido hay en su alma, cuantas metáforas se le han quedado pequeñas y cuantos anillos cabrían en sus dedos. Pepa tiene un hambre descomunal, es grande y pequeña en partes iguales, es tan bonita como fea y su pureza es directamente proporcional a sus actos sucios. Todos somos un poco Pepa, Pepa es quien quiere ser , nos diría ahora su abuela.

sábado, 10 de julio de 2010

Codos y otras vergüenzas





qué fácil es enamorarse de una mujer pecosa,
de un hombre errante , de un niño cura.
qué fácil es arder como pájaro en vela
cuando la boca es blanda y el alma es dura.

alguien ha bordado los olores

todo se intensifica tanto
que hasta huelen nuestras huellas dactilares
como perros rabiosos y sudor mudo.
Yo me muero, yo me nazco, me desnudo.

porque vivir es el mejor de todos los traumas,
los labios se deshacen en otros labios
y los ojos se desdibujan en otros

ojos tan profundos como lago negro
invitadores al ahogamiento.

Pobre bonobo-mandril que no comprende
la desidia desesperante del ESCOCI-MIENTO

Mejor cuando se hayan maneras de manipular
los dedos ajenos
y llevarlos, afligidamente, hasta los confines de los muslos
de un tercero.

¿qué mar, qué tierra,
qué árbol será alimentado por nuestras cenizas?
si es que morimos
si es que hemos siquiera nacido.

domingo, 4 de julio de 2010

El cambio radical de los átomos de las fibras de algún tejido al azar/al azahar


¿por qué he sido tan obtusa tan polivalente tan empírica tan salmón ahumado?
la corteza está carcomida por millones de aclaraciones como maripositas negras góticas enfadadas con el mundo, esto es el exilio voluntario, un suicidio sin premeditar pero premonitorio, a la larga beneficioso, y si hago esto es porque vomito vida, porque sangro vida, porque sudo vida, porque soy vida. si se da el caso de sentir un pequeño atisbo de arrepentimiento iré corriendo a lavarme la cabeza con agua de lluvia y mi tinte rojo me abandonará por puro miedo.
o huiré sin irme o me iré sin huir o concretaré una hora determinada al día para escalar algún edificio emblemático del paseo de Gracia y chillar muy fuerte porque nadie me oirá, porque todo el mundo me oirá.
Emocionalmente puede que sea una catástrofe como la obesidad mórbida de caperucita roja o qué se yo. Qué más da, si todo esto es pura química, pura rueda de la vida, puro Stanislavski en sus años mozos. Sí, es una catástrofe a gran escala pero me purificaré de otras purificaciones mal ejecutadas. Y si hago esto es porque soy poderosa como una diosa acéfala de cabellos rizados. Y si hago esto es porque soy terroríficamente valiente o extremadamente cobarde o valientemente terrorífica o cobardemente extremada. O ambas cuatro miles cosas. Más amable es la apatía de los payasos, la soledad de los teoremas, la rebeldía de las colegialas vírgenes, el desdén arrollador de las cañas de bambú, la elegancia sobrehumana de una prostituta pariendo. Más amable es todo ello, pero qué quieres que haga si mi respiración va al compás de las enajenaciones mentales de diversos animalitos etéreos. Mi corazón es un hígado sin premeditar pero premonitorio, si he soportado un escalofrío superaré otro y otro y otro y le sacaré jugo, le sacaré esencia para hacerme vestidos con la piel de los que he amado, para hacerme bolsos con sus vejigas y para hacerme un batido con sus entrañas.

jueves, 1 de julio de 2010

UNOS SEGUNDOS DE SILENCIO



Todos somos columnas vertebrales ingeniosas que interactúan para nutrirse. Columnas vertebrales unos más que otros, de ojos saltones y pelo en las axilas e hilos de sangre surcando los muslos cuando menstruamos. De comisuras rasurables y carne que huele a muerto porque estamos muertos o en su defecto porque estamos vivos. Algunos buscan inspiración bajo los racimos de uvas, que son los testículos de la tierra. Bien por ellos. A veces la encuentran y otras veces un poco y otras veces no y otras veces se pierden encontrando y cosas por el estilo o anti-estilo. Columnas vertebrales de movimientos elegantes Columnas vertebrales con caderas lingüísticas y dedos mate. Todos saben que las uñas son una prolongación del ego. Por eso nosotros, que somos columnas vertebrales, nos mordemos las uñas/el ego cuando nos ponemos tensos. Nos pintamos las uñas/el ego con colores fluorescentes para olvidarnos de quienes hemos sido de quienes somos. Arañamos con las uñas/el ego cuando amamos a otras columnas vertebrales. Nos rascamos con las uñas/el ego cuando nos pica la dignidad escasa de columna vertebral. Y así sucesivamente. Es como una maldición ese olor a otoño viejo que se queda impregnado en el escote, después de sexo humano interrumpido. Yo no he dicho nada. Todos somos columnas vertebrales que articulan sonidos guturales cuando no saben cómo se carraspea, somos columnas vertebrales frágiles y serpenteantes como culebritas venenosas. es lo que hay c'est la vie de columna vertebral y verborrea fácil

terqueo dislocado


Mi piel huele a otra piel que no es mía, ni lo fue nunca, por este motivo y por ninguno más, concienzudamente me la arranco a tiras. Tiras tan finas como rocas de lava verde, tan deslizantes como fonética francesa en boca alemana, tiras tan obtusas como agudas, como cuerdas, como tiras tiritantes, como chirrío de baldosa mojada. Pizarra y ajedrez. Membrillo y persiana. Añil y silvestre. así una tras otra, Tira tras tira, qué desespero, qué desvarío. A tiras he dicho, me arranco la piel a tiras.