lunes, 29 de marzo de 2010

LA PETITE MORT LA PETITE MORT LA PETITE MORT
LA PETITE MORT LA PETITE MORT LA PETITE MORT

decir que cuando tú me tocas siento que cada poro sufre una convulsión orgásmica, es un eufemismo tan miserable, que me dan ganas de arrancarme la cabeza por frustración lingüística.

Milonga de Mrs.Stacy





Yo tuve una hermana con nombre capicúa,
tuve muchos siglos y tuve pocos años.
Yo tuve algún vestido
y tuve muchos paños

Tuve desesperos como churros,
enemigos, chocolates y susurros.
Tuve ganas, tantas ganas,
escondidas en una bolsa de cristal.
Muchos sueños y alguna almohada,
tuve el corazón bien, y lo tuve mal.

Usted se salvó
Yo no.
Y tuve, y tuve, y tuve,
y retuve.
Pero no me salvé.

Ama, cuchillo, espíritu y esclava
Si vamos a lanzar los adioses al mar,
¿dónde quedó la piel que me desquiciaba?

Te diré, y es verdad,
que nacer está de moda y morir es desfasado.
Por eso, yo tuve sobre la mesa de noche,
un reloj del destiempo y el dolor desparramado.

Yo tuve locura de mango desdeñoso,
razones de blusón raído, miel perrera,
duermevelas mensuales y un desierto fructuoso.

Yo tuve fiebre en el alma.
Y tuve tu sangre,
tu sangre debajo de la cama.

jueves, 25 de marzo de 2010

Como agota ser diosa y hormiga al mismo destiempo



Si es vivir por vivir mejor morir indignamente, mejor divagar sobre nieve mezclada con arena y sobre porno pedante.
Te diré lo que es obvio, me divierte imaginarte con algún francés o con alguna Argentina, con mis cenizas mirándoos fijamente encima de la tele.
Qué risa pensarte casado, con hijos, qué risa incluso dibujarte dentro de un ataúd abierto, con tus ojos vidriosos pegados en el escote de la hermana de tu mujer, que llora tu muerte.
Qué risa por favor, imaginándote nacer, todo ensangrentado llorando barbaridades de galán. Fuiste gracioso, y si me apuras ridículo, hasta para llegar al mundo.
Me da escalofríos hablar en pasado porque incluso antes de yo nacida, incluso después de tú muerto las atemporalidades ya existían, ya existirán, ya existen.
No me pidas que me desnude porque rara vez voy vestida. Pero tú, espíritu pseudo-libre si te vas a desnudar, desnúdate bien, no te dejes ni la piel, ni el corazón, ni el intestino, ni los riñones, ni siquiera el prepucio. Desnúdate, pero esta vez de verdad. Qué vello, qué bello. Me quedo yo con la corbata y tú con el liguero, te toca a ti llorarme y me toca a mí invitarte a blues y a tabaco de mascar. Es ley, cariño. Ley del kaos. Caos con k por supuesto.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Matojos de boquitas de piñón






Por prescindir,
prescindamos de maleta,
de avión y de destino
Por prescindir
qué más da si prescindimos
de pies, de aquelarre y de camino.
Por prescindir
prescindiremos de antifaz
de ceniza y de felino.

Ebrios de batidos misántropos
con el soez aleteo de las abejas,
así copulando.

No seré yo quien me deslice
si no hay una buena razón,
así deslizando.

Si nos ponemos a prescindir,
prescindamos de voz,
que ya nos llegan los versos.
Ya nos llega el lenguaje de los dedos
que son sabios, que son miedos.

Si nos ponemos a prescindir,
prescindamos del sol,
que ya nos llega la luna.
Ya nos llega el azar de la suerte
que trae fracasos, que trae fortuna.

martes, 23 de marzo de 2010

Petit diluvi

pirámide sin filtrar


Si me fugué algún día, fue con aquel poeta de pajarita rosa y rabo entra las piernas. No, no negaré eso. Es cierto que babeé flores por el simple hecho de ser flores y no por el arcaico sonido de las olas del cielo. Babeé y punto. Como también babean los sueños sobre las cabezas de las camas, o los bebés a sus sonajeros de charol. Babeé con ganas, es verdad, como si la vida consistiese en sólo eso, como si cada gota de saliva fuese bocanada mestiza de aire puro, como si babear impetuosamente fuese requisito esencial y único para no dejar de babear impetuosamente. Así babeé yo. No, tampoco puedo negar eso. Es cierto que me quité los ojos con cucharones de servir, ¿por qué acaso hay manjar más absoluto, más divino, más celestial que las bocas oculares? No, no lo hay. Se han dado casos de deliciosos fluidos humanos, pero rara vez superaban la exquisitez de los ojos propiamente dichos. Por ahí sí que no paso. ¡Claro que no me quedé dormida con el rumor de dos colibrís cortejándose! ¡Qué vulgaridad! Además tampoco dispuse de tiempo para una simple cabezadita, que lo atestigüen las babas abandonadas a su suerte o mis cuencas vacías sin ojos que sujetar, que lo confirme el poeta de pajarita rosa y rabo entre las piernas que bebió de mis salivas, que comió de mis ojos.

lunes, 22 de marzo de 2010

Por cierto, hoy hace un año ya

Así es como se fríe un pollo


Con ánimo de ser grosera,
con ganas de ser vulgar,
ordinaria, chabacana
y pordiosera:
Me dirijo a las sienes de los hombres,
a todas las sienes
y a todos los hombres
para gritar en un susurro,
que son ausentes las presencias de los sabios,
que son así, leves como sexo en una flor
como el recuerdo aterciopelado del dolor.
Para aullar con un gemido
que son miles los delirios corrompidos
que son muchos los matices del amor
que cuando gana la vida pierde el pudor
Con ánimo de ser grosera,
con ganas de ser vulgar,
ordinaria, chabacana
y pordiosera:
Me dirijo a las colas de los peces
a todas las colas
y a todos los peces
para decir muy despacito
que son huecas las arañas de las almas
que son ciegas las luces del lucero
que es tardío el despertar del desespero
Para explicar con besos tersos
que es salada la saliva de los mares
que está casada la paloma y la cigarra
que están rasgadas las heridas de los bares
Con ánimo de ser grosera,
con ganas de ser vulgar,
ordinaria, chabacana
y pordiosera:
Yo le muerdo la cabeza,
yo le chillo en los oídos
que el desnudo es arte
y es belleza.

domingo, 21 de marzo de 2010

desajuste espacio-temporal


Atónita de mi, que no comprendo cómo me he ido a enamorar de las migas de un Puerto Rico doloroso.
Eres para mí lo que yo fui un día para otro. Me siento poderosa amando y siendo amada por un ser que tiene sueños en los ojos, poros en la boca y legañas en el alma.
Y a día de hoy mi seseo, mi deseo, es pasar unas horas contigo haciendo el amor y hablando sobre mentiras disueltas en agua. Y luego que te vayas, que te disipes, que vueles muy lejos de mi porque no querré volver a verte nunca más y me pasaré los días y las noches llorando por ti, añorándote, desangrándome, lamiendo las paredes creyendo
que es tu piel. Pero eso sí, antes me mato que volver a rozarte siquiera. Qué blasfemia si lo hago.
Ignorantes aquellos que creen que son civilizados por utilizar cuchillo y tenedor.

eres grande tan pequeño

Hilarante comedia japonesa





Eras desgarro de tripas
no de tripas magras,
sino de tripas corazón.

Autómata escondido
en el vientre de una venus
no de venus chagras
sino de venus de pezón.

Son tus días programas diferidos
y tus noches repeticiones de función.
Que blasfemia, que desastre, que herejía,
cuando el poro no suda y se caduca la pasión.

Este tango doloroso y aguardiente
que fue porte de galanes y zumbidos,
llora acongojado en azul y en carne viva
a las puertas socarronas del olvido.

Eras pecador sólo en domingo,
practicabas con damas y canezas
el dulce arte pervertido del respingo.

Yo si vuelo será un delirio
pero si muero será por ti,
y será contigo.

martes, 16 de marzo de 2010






Tener un idilio con todos los hombres, saborear lo insípido hasta que el paladar gima, que los ojos vomiten universos de bellezas caducas que se pudren por ser tan bellas. Que los poros de la piel no sean eso, sino bolas de billar estimulantes a otros poros y que éstos sean bolas de billar estimulantes a otros poros y así sucesivamente. Revolución en las entrañas que quieren salir por la boca mediante espasmos del espíritu. Porque es así. Porque está escrito. Que las notas musicales sean sangre derramada por no poder soportar el goce sublime de las olas del mar rozando los genitales del alma. Que el olor que no es uno, que son todos, abrace desesperado las grietas de la mente, y cure el tedio de las fosas nasales. Que la pasión se contagie por medio aéreo y que no sean las alas un privilegio de ángeles y aves. Las uvas se comen con el vientre e indignarse es tan indigno. Porque es así. Porque está escrito. Las sienes, haciendo el amor con índices ajenos, filosofean sobre la poesía del sudor. Que el presente, el pasado y el futuro se fusionen dentro de una taza de té de regaliz, bebámonos el mejunje resultantes antes de que él nos engulla a nosotros. Es lo que hay. Llorar el alma por los pies y resbalar con los despojos arcaicos del olvido. Es tan fácil, tan sencillo. Que las costillas tengan tacto para poder acariciar los pulmones y arañar la superficie del diafragma. Ahoguémonos tranquilamente entre las reminiscencias de algún híbrido de rosa. Que la muerte nos haga cosquillas en las rodillas y besos en los conductos excretores. Y que el tiempo se pare justo antes de que expiren las sinrazones y los desmotivos del corazón. De hecho que se pare incluso el orgasmo en el punto álgido estando así, condenados a un clímax eterno.

martes, 9 de marzo de 2010

Re-verso irreversible

Me arrimo sin romperme
pero que miserable soy
que ya me rompí.
Que fuerte soy, perdón, eres
porque me reconstruyes.
Huele
a hedonismo impuesto
por las moscas del club
en este ambiente
tan azul
tan leve.
Te amo,
igual de intenso
que de breve.
Así te amo.

Mi querido señorito




Acordeón de terciopelo,
que me encoge el corazón.
Yo le enseño a bailar con la garganta
a amamantar con la saliva,
y a querer con el pezón.

Tú, mi viejo enemigo
que calienta mis horizontes
Enfría los deseos de deshielo
besando pies de saltamontes
Ahuecando los tejidos del placer,
mis entrañas tullidas se retuercen
cuanto oyen al sol atardecer.

Yo por ti lloro bosques
quemo mares, postulo sombras
concibo reos, desangro carnes,
desmoralizo morales, desgarro huesos
si hace falta, yo por ti me pregunto,
me respondo, me grito encima,
vicio, desquicio, derrapo.
Amor, teatro y pantomima.

Acordeón de terciopelo,
que me hiere sin querer.
Yo te alumbro con mis uñas,
yo te invento con cien manos
tú me atas a una roca, yo me dejo,
yo te muerdo en una sien ,
tú me gritas, me desatas y me quejo.

Mi alma que está borracha,
ebria de tus fluidos académicos,
del reloj que tiene miedo de correrse.
con las noches de tul y los astros totémicos.
Miles de besos que no curarán
el fuego,
sed que no se calma,
reglas que no siguen
el juego.
Miles de besos que no curarán
los pechos doloridos
los ombligos embravecidos.

Usted, mi delirio, mi fiel detractor.
Estamos condenados a volar,
a agonizar. A vivir de sueños,
y a morir de amor.

sábado, 6 de marzo de 2010

Hombrecillo que sabe a fresa

Ludópata asesino con zapatos rosas,
tiñe tus pies de añil y llena tus bolsillos con mis cosas.
Dios de manos hermosas
si te vas a despedir, mejor que no te vayas.
Hombre delirante y aguacero, si yo grito, tú callas.
Acompasa. Desespera. Muere y acelera.
Verso. Tramontana. Marrón y carretera.
Benditos niños,
que pervierten a sus padres.
Bendito rosal, bendita violetera.

Beso con v sabe mejor.
Al menos, así veso yo.

jueves, 4 de marzo de 2010



Y Layla. Layla se ha perdido. Retenido por los resquicios de todos los todavías, de todos los aúnes, llorando poesía, sudando poesía, cagando poesía. Porque él es así, nació así y no puede hacer nada por cambiarlo. Layla, mi Layla, te he querido tanto y todavía te huelo Layla, mi caprichosa nariz de burguesa espiritual te huele. Estas muy muy lejos Layla pero mi desquiciada nariz, mi juguetona nariz, mi pervertida nariz es capaz de olerte. Aunque te hubieses marchado con las estrellas subterráneas o te hubieses cubierto de toneladas y toneladas de heces de caballo, mi nariz sería perfectamente capaz de distinguir tu olor entre todos los olores del mundo, Layla. Este sobrehumano y selectivo olfato es uno de los muchos efectos secundarios que ha dejado tu saliva en mis muslos, Layla, mi loco Layla. Saliva venenosa la tuya. Mis insomnios son de tu propiedad, todos tuyos. Mis insomnios son tus hijos bastardos, los hijos bastardos de tu ausencia, no, que digo de tu ausencia, son el producto de los despojos de tu presencia, qué bien lo sabes Layla, que bien lo sabes. Te has marchado y yo sé que te has dejado tu corazón al lado de mi ovario izquierdo, pero no saldré a buscarte, no saldré a devolvértelo, estoy tan cansada Layla, tan cansada. Tan cansada que las alas me pesan horrores y no te diré lo que me pesan los rencores, porque te asustarías Layla, eres tan frágil, tan cobarde, que te asustarías. Y estás lejos, ya lo sé, pero a veces cuando el estrepitoso y constante murmullo del mundo se calla yo oigo tu voz obligándome a que me arrodille ante ti. Porque tu ego, tu narcisismo, tu auto-adoración siempre han sido mucho más grandes que tus testículos, Layla. Y mira qué tus testículos eran grandes, bueno menos cuando escuchabas cantar a Nina, o cuando yo me vestía de terciopelo rojo. Sólo entonces tus testículos se encogían de la emoción y se hacían casi invisibles, muy breves como un soplido. ¿Te acuerdas Layla, te acuerdas? Yo quiero recordarte así siempre, con tu meñique dentro de mi ombligo y con tus testículos pequeños, expectantes, agarrotados de la emoción. Que bello eras, Layla.

lunes, 1 de marzo de 2010

Vade retro Massachussets




No hay delito más sangriento
que desparramar el amor sobre la mesa.
No comprendo a los coches amarillos
ni la existencia de la lengua que no besa.

Ruiseñor burgués que cambia relatos eróticos
por noches en vela.
Peor yo, que me desangro y que pago mis deudas
con besos de tela.
Más pena da, el arroz con leche que llora limones
por no saber a canela.

hazme el blues.

Tengo mucho miedo.
Miedo de la idiotez cuando se emancipa del cerebro
y se engancha con sus manazas al espíritu.
A la enajenación moderada que no explota,
que se queda así, paviota.
Miedo no al tiempo,
sino al destiempo retardado de las olas.
A los hombres chiquititos que reniegan de sus colas.
Tengo tantísimo miedo
de quedarme dormida en mitad del desierto.
Miedo a lo eterno que caduca por momentos,
Terror a los perros, a las monas y a los descuentos.
Huyamos juntos del pavor, atados por los dedos de los pies,
mucho tacto enfurecido, mucha leche y tururú
encontrando el yo poético en los botes de champú.

que el blues nos haga.