domingo, 25 de septiembre de 2011

Tímidas divinidades

La tos que se engendra en lo más profundo de las entrañas y desgarra desesperada el entorno en el que fluye exhausta. ¿ Acaso necesitáis más pruebas de que dios existe?
Malditos ateos. 

lunes, 19 de septiembre de 2011

residuos de un apareamiento tardío entre el kaos y los muertos

una perdiz atemorizada pide dinero para todos, muslos jóvenes para todos, penes voluptuosos y funcionales para todos, botellas llenas para todos, pero esto no es viable.
por ello, un par de botas y vamos, vamos a hacer camino. dando patadas a las piedras, descargando la ira de todos estos años, ahuyentando lo inerte, lo soporífero, haciendo una sagrada ofrenda a los dioses.
aquí y seguramente ahora, todos los infelices haciendo camino, en una comparsa del infierno con las botas de montaña y el corazón en un puño, algo tan crudo pasa a ser automáticamente algo muy bello, bailando luego, los infelices, bajo un sol abrasador que derrite los gestos crispados y evapora las ojeras de estos rostros irritados.
llegando al límite del cuerpo humano haciendo del sudor un aliado contra la pereza, se intuye la noche y luego otro sudor cargado de significado, recubierto de un erotismo tierno como las manzanas. Los infelices corren en algunas ocasiones elevando los brazos, entregándose al goce de no ser nada, de ser leves y posiblemente insignificantes, esnifando el olor a piel añeja que desprenden las paredes del mundo.
Porque es lo hay que hacer, es el deber de estos elegidos para esparcir la electricidad que han parido sus cabezas llenas de rabia, fascinación e impaciencia. No hay tiempo para reposar las piernas que funcionan como máquinas furiosas y absolutamente competentes con todos los engranajes dando vueltas, habrán hecho algún pacto con las alimañas o con las leyes universales de la física. A lo mejor coserán un himno con sus voces metálicas pero dándole potencia máxima al interruptor de sus espíritus. El último empujón de las fuerzas que fluctúan alrededor de sus órganos vitales, un hueso que cruje, el olor fétido de la victoria.
Para afianzar su lucha correrá la sangre en un gemido colectivo y finalmente, el espasmo, arañar la luz con dulce violencia animal.

domingo, 18 de septiembre de 2011

cuantas cosas enquistadas

el híbrido es jesús
los huesos son jesús
la rabia es jesús

son derechos primarios de todo ser humano:
un cálido culo en el que posar la cara
y substancias que exciten las hormonas.
Una vida plena que se pueda descarriar
y un coche abandonado en el que escribir poemas.

también los huevos de codorniz son jesús
y la selva amazónica es jesús
y los eructos son jesús

los efluvios de los sobacos cuando están alerta
son, sobretodo, jesús.

Un leve acierto en esta encrucijada

La incertidumbre de ser locomotora o persona, matriz o buzón de correos, deshollinador o crustáceo, semáforo o pintor de brocha gorda. Es un doloroso interrogante, atenuado por pequeños éxtasis diarios como por ejemplo un autobús oruga. Mejillón a mejillón se descorcha el cava de la vida, y posteriormente un par de cuerdas magras y un desliz ortopédico pronostican un turbio desenlace.Un desarrollo lineal que a veces se sorprende interrumpido por Dios (un ombligo desorientado que lleva una patata en los dientes a modo de reloj)
 A veces,
las pupilas dilatadas por algún tipo de droga,
el humo fragmentado y el fuego por entregas
¿quién me asegura a mí el golpe de caderas que cambiará el porvenir?
¿la gota del primer sudor en una pipeta, los retortijones en los labios?
¿quién es capaz de negarme la algarabía de un sepulcro cuando nadie oye? ¿ los dulces bacanales en el jardín de los muertos?
¿quien me corrobora a mí la tranquilidad del cielo?


La incertidumbre es también un salvavidas.
Mientras tanto, la muerte de los prójimos y el mutis ofensivo del futuro y el murmullo infatigable del pasado.

martes, 6 de septiembre de 2011

la carcajada se acurruca en el escote

abrir mucho los ojos y que entre el aire, y me sorprendo a mí misma deseando lluvia para limpiar estos morros embadurnados de carmín.

es que los fantasmas siempre vuelven al lugar donde fueron engendrados, hay que estar preparada, hay que ser camaleónica,
hay que buscar nuevos placeres como por ejemplo girar el cuello lentamente para relamerse oyendo crujir las vertebras.
Pero sobre todo hay que construir una metamorfosis inversa, ralentizar las constantes vitales y volver a ser feto. Concebir nuestro retorno al útero como una fiesta nupcial, un proceso alegre en el que participan activamente todos los sentidos. Así, encontrar en la involución un aliado contra los fantasmas, que siempre vuelven al lugar donde fueron engendrados.
En algún momento del camino habrá que crucificar todo aquello que hace daño, que repite en el estómago y que roe la corteza cerebral
o,
en su defecto,
hacer un bordadito con punto de cruz.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Barcino t'estimo

Es un querubín ciego quien vela los sueños de esta ciudad desagradecida, que se empapa los pies en orín de hada, que gime dolorida a todas horas porque la muerte siempre es igual de prematura.
Sin ser reacia a desestimar el punto álgido de la decandecia, insensata ciudad, insensata decadencia,
que no sabe que en tiempos de abundancia hasta las vacas flacas tienen sobrepeso.
Bienvenidos los centauros invertidos con cabeza de caballo y piernas de esquiador,
las mamás sin útero, los tórridos rezos de Santa Teresa, la quemazón en las entrañas,
rasgos prosódicos y demás posaderas, bienvenidos a esta maldita ciudad que nos ha desvirgado a todos. 
¿Dónde estaba Dios cuándo la piel se hizo pellejo? borracho en el gótico, posiblemente.