lunes, 30 de abril de 2012

Zarzamora doliente




es enemiga del rosal
la verborrea que vomitáis todos vosotros,
hombres de lo que me he enamorado. 
Me gustaría comunicaros
que estoy maldita
y que vosotros estáis malditos.
Os hablo desde mi sepulcro.
¿me oís distorsionada,
como un espectro que vocaliza mal?
Espero que no. Ante todo la estética.

Sois todos el mismo eco,
que sale de las profundidades de mí misma,
del eje incierto que atraviesa mi perineo
pasando inexplicablemente por el útero.
Querría invitaros
al sudor emponzoñado
de debajo de las camas
en las que hemos charlado sobre metafísica.

Yo querría con vosotros:
plantar un campo de coles
y explotar racimos de uvas
como si fuesen almorranas.
Oler a maíz y a asesinato.
Todas esas cosas que unen más
que el santo sacramento.
Quiero que apestéis a manido.
Quiero que el feto que almaceno
entre las bambalinas de mi vientre
lleve un conglomerado de vuestra sangre.

 Pero por suerte
todos nosotros somos patéticos.
No nos hemos salvado de la nimiedad.
Ni de la tragedia griega.
somos tan mediocres que ni tan solo
nos hemos salvado
de ser rescatados de caer en desgracia.
Hombres de los que me he enamorado:
yo os lloro, 
como si fueseis vosotros los incinerados. 

domingo, 22 de abril de 2012

Figura de mujer que se defiende

Me he arrastrado muchas veces. Me he regocijado en el fondo. Hombres me han pisado y me ha gustado. Me he bañado en barro temblando de miedo y con el orgasmo en la punta de los labios.  Me he ensuciado y he comido carne de persona.
He maltratado mi cuerpo humano y me he convertido en un recipiente de entrañas. Me gusta abstraer la piel y ver solo vísceras bajo unos huesos que funcionan como funda. Vísceras que bailan y que caminan, vísceras que piensan y razonan con argumentos lógicos. Vísceras que tienen fetiches.

soy indigna. Pero no por ideas revolucionarias, no en un afán libertario de ensalzar lo marginal.
Soy indigna porque no sé ser de otra manera.

Soy ególatra y lenta.

Soy indigna a mi pesar. Soy una indigna resignada en mi desvergüenza concienzuda.
No sé dignificar mis actos con movimientos leves; no concibo desnudar despacio, no sé esperar con paciencia la llegada de la vida y, sin embargo, nací tarde porque soy perezosa, maceré en el útero materno más de lo debido y germiné quemada. 

martes, 17 de abril de 2012

del arder en el auge del agua que bulle

propongo onomatopeyizar los números y dormirse en el sueño, alargar la vida y evitar el parto a toda costa, a toda vela. Es que la puerta hacia el mundo es una vagina dilatada.

El cubismo de tu cara y la cara de tu piel, una piel llena de caras que me remite a la fragmentación del sudor cuando es llorado por los poros. La verdad es que el sudor es de madera, un elemento compacto que se mantiene erguido en las costillas. A veces se derrite.
Me imagino añorándote con las piernas en el pecho.
La posición de añorar consiste en doblar las piernas y colocarlas sobre el pecho: el recto y la boca bien abiertos para que los ácaros limpien los conductos. me imagino mi hedor a muerta doliente y siento un poco de lástima. Me imagino descubriendo la vida otra vez: entreabrir los ojos y mirar las voces diluidas en el suelo, degustar la música con las papilas gustativas,  notar el sabor del color ocre con la punta de las uñas, morder las nueces con las ingles.
Veo en tus omoplatos los ojos de dios y me causan un terror tan viejo como los azotes.

Yo propongo una euforia concurrida por la sangre.
son cubistas los rostros que se buscan, yo me encuentro si te busco. 




viernes, 13 de abril de 2012

odita al enano del diafragma y a lo que de verdad me refiero

al pequeño enano que reposa en mi diafragma le resuenan  las tripas,
y es tan bello imaginarlo acurrucado,
rezando la vida con sonidos guturales. 



tengamos pulmonía: 

para rasgar la angustia escarchada en la garganta
mediante un profundo ataque de tos.

martes, 3 de abril de 2012

El lenguaje es una farsa



el verbo ha de ser ligero y sucio: la imagen sería la siguiente: una sílaba que nace de una articulación risueña y fluye hasta posarse en el culo de una mosca.
El verbo no ha de tener parentescos y, sin embargo, ha de crear una hermandad con su contexto. El verbo ha de estar libre de genética, y sin embargo, le ha de manar una sangre borracha de pasado.
el verbo ha de ser frígido y desesperado. El verbo ha de acarrear sudor.
Yo a veces querría matar al verbo, querría desplumarlo y dejarlo indefenso, ser capaz de quitarle su carcasa de palabra y beberme la verdadera esencia del verbo.
Abogo por agarrar al verbo por los pelos y acuchillarlo diversas veces, hasta que el verbo se quede afónico. El verbo ha de poder fragmentarse, ha de poder sobrevivir a diversas cuchilladas. 
El verbo ha de estar ebrio de impotencia, de calor y de delirio.
Y si no es así,
el verbo ha de morir agonizando, antes de ser siquiera concebido.