martes, 3 de abril de 2012

El lenguaje es una farsa



el verbo ha de ser ligero y sucio: la imagen sería la siguiente: una sílaba que nace de una articulación risueña y fluye hasta posarse en el culo de una mosca.
El verbo no ha de tener parentescos y, sin embargo, ha de crear una hermandad con su contexto. El verbo ha de estar libre de genética, y sin embargo, le ha de manar una sangre borracha de pasado.
el verbo ha de ser frígido y desesperado. El verbo ha de acarrear sudor.
Yo a veces querría matar al verbo, querría desplumarlo y dejarlo indefenso, ser capaz de quitarle su carcasa de palabra y beberme la verdadera esencia del verbo.
Abogo por agarrar al verbo por los pelos y acuchillarlo diversas veces, hasta que el verbo se quede afónico. El verbo ha de poder fragmentarse, ha de poder sobrevivir a diversas cuchilladas. 
El verbo ha de estar ebrio de impotencia, de calor y de delirio.
Y si no es así,
el verbo ha de morir agonizando, antes de ser siquiera concebido. 

1 comentario:

  1. Bueno , pero cruel verbocidio con premeditación y desafonia.

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