lunes, 26 de julio de 2010

barra libre morfológicamente hablando

Lograrás encariñarte con el tumor maligno que hay en el lado derecho de tu alma.

Amamantarás su grosor con el pus de tus venas y se hará grande y fuerte. Le darás amor con las palmas de tus manos y le cantarás rancheras con voz rasgada. Un día de repente, crecerá y se dará cuenta de que Reykjavík está todo lo lejos que quieran sus pasos y de que es posible combinar manzanas y mesas de manera creativa. Le corroerá la angustia por una existencia abocada al empirismo crónico. Su intelecto limitado pero ingenioso, le permitirá realizar anagramas con los datos de tu ADN. En su corta vida no habrá sitio para placeres más allá de los escatológicos, ni para sufrimientos mayores que la angustia primitiva por sobrevivir.

Estamos desnudas como melocotón pelado sin abrigo de terciopelo. Francamente desnudas, como los defectos evidentes en la anatomía humana.

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