sábado, 2 de octubre de 2010

fregona y lejía sectarias





Hablaré con Madame Bovary sobre el antropocentrismo, los mormones, el lesbianismo y la anorexia. Al finalizar, nos cogeremos de la mano y saltaremos de la Torre Agbar. Agarraré por los testículos a todo toro o mariposa que intente frenar nuestra caída. Gracias o desgracias a ello, he decidido hipotecar mi alma para comprarme un buen felatriz, macho y fuerte. Así, embriagada por el soul de ese negro que me pone a mil , soy capaz de todo. Apostasía didáctica y de profesión ludópata. Me gusta la noche y sus callejones, deslizar el esqueleto por garitos, retretes y playas ahogadas en sus propias constelaciones. La noche no empieza cuando muere el día. La noche empieza en un leve movimiento de intestinos, en la lascivia contenida de una mota de polvo cabalgando pieles, en tus ojos.
Un cigarro rebelde nos fuma en un descuido. Nos dejamos consumir tranquilamente, no hay nada que perder y a lo mejor por casualidad todavía queda algo que ganar.
¿Dónde podré encontrarme? Entre tus muslos, probablemente.

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