Última hora en La Habana
los intelectos tetrapléjicos [que durante todos estos años nos han impedido crear, felar, ser felados, ser creados]
nos piden perdón, avergonzados por sus manos limpias,
y por sus guantes sucios.
Perdonados quedáis, mis no-hijos.
allá en el horizonte retales de retales.
Trozos de historia que perdidamente
nos esperan a la salida del instituto,
del trabajo, del útero o de la cárcel.
El pasado es el cáncer del siglo XXII.
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