martes, 23 de noviembre de 2010

Resumiendo:

La profunda vida de un guisante y su mascota, la mascota y su guisante, el primer desliz de la tía del guisante y su mascota, un cúmulo de piernas calladas y su sangre caliente cayendo gota a gota por los grifos de la ciudad. Mi terror son las manzanas, los domingos, los poros del tamaño de ballenas por los que se escapa la vida. Conozco perfectamente a sus hijos, a sus padres, a los pliegues de sus codos, a sus perversiones ciclotímicas, me sé de memoria la austeridad de sus uñas, el cosquilleo permanente en la planta de los pies. Yo soy yo y otras cosas. 

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