viernes, 1 de enero de 2010

ME VENDO. RAZÓN AQUÍ

No me gusta la condescendencia humanoide, no me gusta lo importante ni lo banal, me dan miedo los perros y los hombres que trabajan en bancos.
He estado a punto de caerme 10 veces y me he caído 34, suerte que me he levantado 372 . No entiendo el amor sin apetito y tampoco entiendo la teoría de la relatividad.
Concibo el apetito sin amor cuando ya has amado alguna vez pero no concibo una cama sin dinosaurios amorfos Sólo sé que no sé nada. Que alguien me diga por favor para que
sirven las corbatas sino para atar de manos y pies a los poetas que hacen faltas de ortografía. Guardo el aliento de todos mis amantes y de todos mis desamantes debajo de las uñas.
No me gusta la sencillez que no está justificada, es más detesto las justificaciones que no están justificadas. Considero que las esencias son sagradas, por tanto sólo respiro cuando es absolutamente necesario. Me gustan mucho los hombres, los dioses, las mujeres y los seres intermedios. No necesariamente en este desorden. O sí, depende de la humedad del ambiente. Siempre he necesitado nanas para dormir, incluso cuando era vieja. No me interesan las ordinarieces de las divinidades, sin embargo me encanta enterarme de las barbaridades de los seres invisibles. A veces lloro cuando algo me resulta muy gracioso o dolorosamente bello, y cuando me doy cuenta de la inexistencia de la propia inexistencia, me río. A carcajadas.
Tengo varios pasados para dar a elegir, presentes variopintos y futuros un poco inciertos. Me enseñaron a fumar antes de nacer pero a pellizcar muslos aprendí yo sola. Tengo muchos zapatos de tacón y muy mala memoria. Las listas de la compra me producen ganas de vomitar y encuentro muy interesantes las iglesias indecentes. Sé volar pero sólo cuando me miran de reojo o en su defecto cuando me miran con el alma. Considero que me sienta mejor la desnudez que los vestidos de palabra de honor. Yo no veo, yo miro. No creo que me muera joven porque soy meticulosamente insana. Cuando un ser me aburre comienzo a desdibujarlo y a jugar con él secretamente, y cuando ya está desdibujado del todo puedo empezar a comérmelo a besos. Nací siendo hedonista e intento cultivar esa faceta mía cada día. Me crearon entre bambalinas un miércoles de función y hoy en día algunas mentes me añoran sin pedirme permiso. Pero no soy rencorosa, aunque sí un poco perversa, pero sin abusar de las pobres perversiones. Poseo tangos, rock 'n' roll y versos. Prefiero la moderación en dosis moderadas y los diamantes en bruto. No me gusta nada la composición de la palabra yo pero no me queda otro remedio que utilizarla a veces, Yo no tengo nada pero lo tengo todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario