miércoles, 24 de febrero de 2010

Locus amoenus



Manga por hombro,
y hombro redondo por tirante roto.
Tirante descosido por pasión repentina,
pasión alocada descontenta y contenida,
así se desintegra la mente masculina.

Desgarro de telas ausentes
que molestan a la hora de amar.
Más carnes que huesos
que se ciegan para poder mirar.
Y amor sucio,
qué bien sientas a la razón.
Caramelos con sabor a pezón.

Deslices ortopédicos
de esos que dan asco
de esos que dan miedo.


Yace la rosa enlutada
desde que el mar es cielo
y la moral es desmoralizada.
Yazco yo, indolora,
desde que tú eres polvo
y la soberbia es soñadora.

Deslices maquiavélicos
acompañados de torturas
y de besos famélicos.

Manga por hombro
y hombro ahuecado por tul rasgado,
no hay nada más bello que un falo azulado.
Sujetadores indecisos y calzoncillos fugitivos,
nada más etéreo que los señores lascivos.

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