No existe un imperativo propio,
si un día yo quiero darme una orden a mi misma desde mi misma, no puedo.
Tendré que salir de mi persona y fingir que no me conozco:
cállate paula.
mírate paula.
a veces los límites del lenguaje crean crisis existenciales.
qué doloroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario