viernes, 10 de abril de 2009

MIRAR


Que descarada la emoción
que me tiene de rodillas,
con este perfume de risas amarillas,
así de traicioneras son las fibras
de la buena suerte, se vuelven
invisibles a la mínima brisa
de aire caliente.
Ha llegado la hora de que los
esperpentos de la realidad,
comiencen la función entre
susurros de delirios de grandeza
que pronto se convertirán en signos
de efimera pureza.
Mirame al alma y dime
que por mí no vives,
pero que por mi sí matas.
Entonces, sólo entonces,
sólo durante ese segundo,
te lloraré con lágrimas verdaderas
te amaré con toda la amplitud que mi corazón es capaz de alcanzar,
te gritaré hasta pudrirse mi garganta
te odiaré hasta que mi alma se consuma
te follaré como una jodida perra
te doleré como miles de puñales clavados en las sienes
te cuidaré con todo el amor de una madre a su bebé
te envidiaré con todo el rencor que un ser puede guardar
te arañaré con toda la angustia que mi alma pueda tejer,
te abrazaré con toda la fuerza que mis brazos puedan poseer
te extrañaré con toda esa amargura que no deja repirar,
o no,
alomejor me quedaré en silencio, mirandote a ti también.

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