Los agujeros en el filtro de las dudas,
los colores mal mezclados
en la paleta del pasado
alegrias, penas, hechos, pesos, huesos, besos.
que han marcado.
Forman parte de la huella
dactilar de mis sonrisas
Esas notas de guitarras,
acordeones, bandoneones, maracas
y pianos que aquí en un rinconcito
aquí, se han quedado.
Son los padres de las miradas
muertas un día por las ráfagas
de telones de acero irremediables.
Sólo me queda decir,
Y NO ESTABA MUERTA, NO NO
ESTABA DE PARRANDA!
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