Mucha puerta cerrada
más herida abierta,
rosas, acacias,
vino tinto y cerveza.
Poesias de mármol sin besos de fresa.
Aquelarre de cosas muertas.
Imagine usted la estampa.
Me quema.
Desoladora.
Me pesa.
Inspiradora.
Me llena.
Manantial de aguas verdes sangrientas.
Delirios de pequeñeces amarillentas,
como ese aroma de fotos podridas
por el tiempo olvidadas en el cajón
más inhospito del alma.
Qué rebelde es mi karma.
¿Quién mimará mis recuerdos
si me voy?
¿Quién los llorará como lo hacía yo?
Juro que amo esta amargura,
igual que la detesto.
Parece confuso, pero es simple, feo
y porqué no, también bello.
Ay que me ofusco.
Basta de contradiciones estridentes.
Sin cabeza ni piés
Yo solo digo;
No os vayais bichos indecentes
sin conciencia social!
No me dejeis sola en esta oscuridad
cegadora.
Valga la redundancia.
Soy poco poetisa para ser vengantiva,
qué sinó...
más de uno moriría.
Primero torturado,
despacio,
despacio,
despacio.
Lástima que ame la vida
por encima de cualquier buena estigma.
despacio...
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