Semi-oda a lo neutro

Destellos y anillos,
malcriados, indefinidos,
confiados, sepultados
Muertos, mudos
sordos y resucitados.
Os ciegan en los ojos
tanta luz sin esterilizar
tanto brillo sin filtrar.
Os entiendo, de verdad
No es fácil ser etéreo
y a la vez sentimental.
No mentiría si dijese que sois los ángeles
bastardos de demonios abandonados
que ya no tienen a quien maldecir.
Tampoco mentiría
si dijese que con esa carga
no podéis vivir,
porqué estáis enamorados
de su vientre, de su caparazón
de su alma, de su mente,
de su respiración.
Os consume no poderlo
demostrar.
Porqué como he dicho antes
no es fácil ser etéreo
y a la vez sentimental.
No mentiría. Pero no lo diré.
Ya sabéis, el secreto profesional
y el poder del capital.
¿Para cuándo la boda entre
andróginos y demonios?
¿O éste no es amor correspondido
mis pequeños seres asexuados
pero, (oh, bendita contradicción)
con sueños eróticos como
cualquier ser del montón?
Bailáis igual que besáis.
Todo un orgullo,
sin prejuicios con colores
que se salen de la raya.
Petulancia neutral,
que no hierve
pero sí está,
no se mira con los ojos,
sinó con la boca.
Vuestros carraspeos de gargantas secas
por duras palabras que resquebrajan
por acumularse y no salir
se repiten en mis oídos,
no nos dejan dormir.
Vuestro aroma inexistente
de flores hipotéticas
me marea
de tal forma,
que solo veo coreografías patéticas,
de círculos cuadrados
con texturas acuosas.
Buenos días, lo simple es bello.