lunes, 1 de agosto de 2011

les corredisses

Un minuto de griterío
por todas esas sustancias químicas que nos hacen tocar el cielo.

las narices coquetean moviendo sus aletas, intentando volar, para huir de los rostros y dejarlos huérfanos.
no nos queda otro remedio que arrodillarnos ante los niños, las prostitutas, ante todas esas cosas que son auténticamente reales, que corroboran su existencia con mil toneladas de existencia.
No nos queda otro remedio que no disiparnos y conservar las pupilas en formol.

Una interjección rococó
por las abejas muertas, que son espíritus idealistas
al dar su vida por la sed de sangre.

Un severo orgasmo
por los seres viejos que se preparan
para volver a la tierra que los ha mantenido vivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario