La boca que no es boca
es hueco de comienzos de ceniza
y sinopsis de puntos suspensivos
Profecía de sangre y de desvelos
y quien sabe, si de corazones subversivos.
El codo ya no es codo,
es trozo carmesí de alma mutilada
un espíritu hipotético e hipotecado
un acorde de canción desesperada.
por si acaso,
dejo las sabanas ventiladas,
la dignidad en la cocina,
y las virtudes remendadas
Porque por si acaso,
quien sabe si este amor es luz
o es fracaso.
El ombligo,
qué profunda y obscena decepción.
Toda la divinidad de sus recovecos
abortada por algún brote repentino
de matiz y de pasión.
Me despedí de él abriendo la puerta
y diciendo: ya he vuelto.
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