sábado, 3 de octubre de 2009

HIGADO CUCHEPO




SEPTIEMBRE DE 2009

Saboreo los pretéritos imperfectos
como caramelos caducados.
Un empacho en la nostalgia
de los besos arrugados.
No me quiero encasillar.

Pero adivina.
Me curaré con algún francés
de media melena y pelo
en la barriga
Que besa con la delicadeza de las babosas
y el erotismo de las hormigas.
Toca el clarinete
en una banda fúnebre.
Es un bohème un poco lúgubre.

Pero de momento me toca estar triste.
Vacúamente triste.
Sin inocencia corrompida.
Sin eyaculación interrumpida.
Tan triste.

Y estoy triste.
Más triste que Santomé
cuando perdió a Avellaneda.
Más triste que La Maga
cuando pilló manta y carretera.

Más triste que yo
cuando se murió Platero.
Más triste que Paulo
cuando dejó Portobello.
Más triste que Palegari
cuando leyó a Pirandello.

Triste es una palabra que sonríe.
Pero ahora ya no sonríe, se ríe a carcajadas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario