jueves, 8 de octubre de 2009

Sobremuñonera de Barbie Muñón





Y se murió de amor mientras bailábamos
el vals de los monstruos jorobados
que besan bien sin mirar a quién.
Qué generosos estos monstruos merengados.

Y yo que no morí,
sólo me hice la muerta
dejándome llevar
por la embriaguez de la existencia.

Y ahora me dedico a cantar mi canción,
con voz de soprano de cabaret indecente
afinando mi mala educación.
Canto canto y aprendo a cantar
con la boca cerrada,
el corazón mudo
y el alma pluriempleada
Y susurro:

-Sobreviví,
sirviendo soberbia sobrante.
sin saber si sabía siquiera sentir, suspirar, salir.
Sí.
Seguramente seguí sedienta.
Solución sanguinolenta:
Soltóse senil sobrefaz sutil.
Sarao s'acabó!

El público aplaude,
porqué entiende el dialecto
de los efluvios
y demás santos sacramentos.

Pero a veces pasa la desgracia,
que la boca se abre,
el corazón grita
y el alma se jubila.

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